LOS CRIMENES DE TIANA

Un nuevo amigo

Ese sueño que me atormentaba por las noches resurgió de sus cenizas como una herida fresca.Ayer pensé que solo seria por el hecho de que trabajo en una comisaria,pero hoy me he dado cuenta de que mi pasado no se ocultara tan fácilmente. Me apee de la cama tambaleandome y me apoye un momento en la mesilla de noche para disuadir el mareo.Fui a la cocina a prepararme mi café y mis tostadas de membrillo matinales. Aquel grato aroma a café inundo mis fosas nasales haciéndome recordar a Tiana y su escaso interés hacia la cafeína. Oí el inconfundible sonido de un grito humano. Asustado cojí un cuchillo y fui hacia donde provenia. Me asome temeroso al marco de la puerta y vi a un hombre con mi pijama retorciendose de dolor en el parque.

-¿Qué haces en mi casa?-pregunté apuntandolo con el cuchillo.

Al percatarse de mi presencia alzo las manos sin quitar su mueca de dolor.

-Estaba sonambulo y lo traje a su casa.Pero no tengo donde cobijarme y decidí quedarme una noche en su preciosa casa-confesó

Lo crei. No era raro que me pasara esto.En mi vida me havia pasado unas cuantas vezes.

-Le creo.-Dije y baje mi arma-¿Quiere desayunar?-le propuse tendiéndole mi mano

El sonrió y acepto gustosamente mi invitación.

Desayunando le ofrecí un par de tostadas con membrillo con y queso fresco que se comió sin dudarlo. Se llamaba Agustín Algarra. Me conto que el antes era un carpintero muy reconocido en su pueblo por sus preciosas y originales casitas para pajaros.Puede que fuera un poco estraño que no tomara a mal que un desconocido desayunara con migo. Mi madre a los mendigos los acojia algun tiempo y desde pequeño entendí que eso era lo mejor que podia hacer,puede que alguna vez nos robasen dinero,pero mi madre siempre los perdonaba.

Antes de irme a comisaria le dije que se podria quedar algun tiempo y le hice prometer que no robaria nada.Cuando aceptó me pareció sincero,su mirada me hico saber que nada tenia que temer.También le ofreci una maquinilla de afeitar para que se rasurara su espesa barba.

Entre por la puerta de la comisaría y busqué a Tiana. La encontré con un chico joven de cabellos anaranjados mirando muy atentamente la pantalla de uno de los muchos ordenadores.

-Buenos días-anuncié.

-Hola Christian-Dijo Tiana cuando dejo de mirar la pantalla.

-¿Que hacéis?-pregunté.

-Estamos esperando a que nos envíen la lista de quien compro el arma homicida-respondió.

-¿Y quien es este?-dije con descaro y aborrecimiento

Tiana me miro mal.

-Soy Fran-dijo el chico levantando la mano sin dejar de mirar la pantalla.

Hubo un silencio incómodo por parte Tiana y yo.

-Ya esta jefa-dijo cortando el silencio.

-¿Quienes son los que han comprado el arma?-preguntó

-Sólo hay una persona que ha comprado ese tipo de daga en específico.Se llama Hugo Parejo,18 años,tiene bastantes multas por conducir borracho y una orden de alejamiento.

-Parece un buen candidato para ser el asesino-dije

-Venga vamos no tenemos tiempo que perder

Fuimos junto 2 policías más.Llegamos al apartamento inmundo donde vivía y subimos las escaleras de madera de pino ya viejas por el paso de los años haciendo que estas chirriaran.

Cuando estuvimos frente a la puerta Samuel,uno de los policías que venían con nosotros toco y anunció:

-¡Policía,habrán la puerta!

Pasó un minuto y seguían sin abrir así que Tiana le dio una patada y abrió la puerta haciendo que el manillar se rompiera.

Fuimos hacia la habitación de susodicho asesino y encontramos un bulto en la cama llena de manchas y con olor a alcohol y cigarro.

-Policía,póngase de pie con las manos en la cabeza-dijo el otro policía que no me acuerdo como se llamaba.

-¡Callaros joder que tengo una resaca de cojones y quiero dormir!-Gritó enfadado el hombre que estaba bajo las sábanas.

Samuel juntó al otro policía cuyo nombre no recuerdo sacaron a Hugo de la cama.

-Hugo Parejo esta usted detenido por el presunto asesinato de Sara Requena,Laura Navarro y Blanca Ramón,

-Eh, que yo no he matao a nadie-replico

Siguió gritando y diciendo palabras barrio bajeras hasta que llegamos al coche.

La puerta de la sala de interrogatorios estaba más blanca que nunca y desprendía olor a pintura.Tiana entró en la sala y empezó a interrogarlo...