Catarsis

Capitulo 1

Al entrar en el flygod Andy sintió una oleada de mareos estaba acostumbrada a ir al Flygod y pasar la mayoría de las tardes después de la escuela en la sala de recreación rodeada de gente conocida y disfrutar un poco de diversión proporcionada por las consolas rentadas y máximo que clientes estrellas como lo era ella tenía un treinta por ciento de descuento ¿pueden creerlo? Era como membresía platino de algún tipo de club social y ella  fuera una persona importante en el flygod pero aquella tarde de marzo su madre le había prohibido estrictamente jugar videojuegos sobre todo después de lo de la última vez.

Andy conocía perfectamente que era lo bueno y lo malo y jugar en línea mientras apuestas era una de las cosas que estaban muy malas pero Andy tenía todo controlado siempre era la misma rutina de siempre era su propio modus operandi, fingir que nunca había jugado y apostar cantidades pequeñas como cinco billetes o incluso menos y mientras avanza el juego ir subiendo la apuesta y cuando todo esté cubierto ganar en último momento, los videojuegos eran así de sencillos, el Starlerd era uno de sus juegos favoritos y unos de los más simples de ganar la temática del juego era espacial por lo que estaba situado en la luna mientras corrían Go kards esquivando los pequeños ferdis eran una mezcla de leones marinos con un solo ojo que escupían espinas venenosas por una boca alrededor del cuello que se abría completamente, el juego era en línea  por lo que varias personas de todo el mundo competían pero no fue hacía unos meses atrás que ella había creado una frecuencia para que solo los de Endcille pudieran unirse y aportar dinero así de simple la vida era relajada mientras Andy tomaba los controles y trataba de que alguno de los de primer año se acercaran a ella y trataran de vencerla era relativamente fácil como si de quitar un dulce a un bebé se tratara, pero aquella tarde Andy sentía un mal presentimiento como una pequeña ventisca antes de una tormenta eléctrica el aire se sentía cargado, antes de tomar los auriculares volteó a ver varías veces sentía aquella pequeña mirada fisgona como la que le lanza un depredador a su presa y para su pesar ella ocupaba el lugar de presa, trato de convencerse que solo se trataba de su juicio moral y que estaba siendo paranoica su mamá nunca se enteraría que había ido al flygod y mucho menos que había jugado el videojuego favorito solo necesitaba jugar un par de partidas y ganar un poco de dinero no le hacía daño a nadie .no, como la última vez le recordó una voz dentro de su cabeza por un nanosegundo le temblaron las manos y estuvo a punto de hachar a correr por la puerta de entrada y maldecir el lugar y nunca mirar atrás pero no era tan fácil a sus catorce años Andy sabia que tenía muchos problemas para su corta edad siempre suspendía en las clases e insultaba a sus profesores y cada año escolar era peor que el anterior sus padres habían hablado varías veces sobre inscribir a Andy en un conservatorio o una escuela militar no se hubiera librado de no ser por su psicóloga Ava que había interferido y había dicho que tenía unos problemitas que tenía que ir mejorando aunque ambas sabía que esos problemitas no existían, pero Ava trataba que Andy fuera aceptada en algún club y así poder como ella decía "engatusarla" y mejorar su rendimiento académico.

Para Andy todo eso era una pérdida de tiempo hasta que entró al club del periodismo claro después de una larga lista de clubes pasaran por sus manos intentó el de, coro de la escuela y se enteró muy a su pesar que no estaba afinada y su voz era Mezzosoprano fuera lo que fuera que eso significara, también intento el deporte como el soccer y se dio cuenta que le tenía el pánico a la pelota.

—vamos Neeson mueve esas piernas — si Andy hubiera enterado que en el soccer se hacía calentamiento antes de empezar con una serie de ejercicios "suaves " antes de entrenar nunca jamás en la vida se hubiera inscrito a tal atrocidad.

—Neeson eh visto caracoles que sé mueven más rápido que tú — la entrenadora Nial no era de mucha ayuda con su silbato por aquí y por allá gritándole a todo el mundo había escuchado rumores  en los vestuarios de que ella era muy estricta pero no se hubiera imaginado que era una persona bajita y regordeta con unos muy hábiles pulmones y un cerebro muy ingenioso capaz de inventar insultos en segundos para denigrar tu existencia.