capítulo 2

890 28 2
                                    




MARIA:


Me desperté a eso de las 8 de la mañana, estaba harta de madrugar después de haber trasnochado el día anterior.. pero bueno, no me quedaba otra.

Me levanté y fui a la cocina a hacerme un café. Lo necesitaba más que la vida misma. Mierda, el puto día empezaba de pena, el café se me cayó en mi sudadera favorita y tuve que echarla a lavar. Después de eso pensé que debería comer algo pero para mi sopresa tampoco tenia huevos ni leche.

El dia acababa de empezar y ya estaba hasta el coño, así que me metí en la cama para seguir durmiendo, ya que a las 21 entraba de nuevo a currar.

Odiaba ese bar, y pocas veces había visitas de tías guapas.

Volví a levantarme a eso cde las 19:30. Me di una ducha. Me puse un pitillo y un top negro arriba con mis Nike preferidas, me comí un trozo de pizza del día anterior y me fui.

Joder, ahora me había dejado las putas llaves del coche arriba.

Por fin estaba dentro de mi coche y me dirigi al curro. Hoy nos visitaba una menda qe no sabía ni quien era. Vaya mojón de noche me esperaba.

Eran las 12 y me aburría como nunca, estaba hasta las narices de tíos borrachos. Menos mal, ya entraba la tía esta a cantar. Lola índigo, que en realidad se llamaba mimi pero su nombre artístico era ese.

Empezó a cantar y madre mía, como se movía, además estaba buenísima. Me llamó la atención una bailarina que estaba detrás de ella. Tenía el pelo lacio de color rubio platino, cogido con dos moñitos arriba. Dios mio que fantasía de mujer, se movía muchísimo mejor que Mimi.

Gracias a dios en ese momento nadie vino a pedirme una copa y pude disfrutar de ese monumento hasta que acabó. Sus caderas me hipnotizaron noté algo en mi estómago cuando al acabar la actuación ese chica me miraba a los ojos y sonreía. Me puse roja y me di la vuelta para servirle una copa al tío que me estaba dando el coñazo.

Que lento pasaba el tiempo, todavía eran las dos y ni una tía me había tirado la caña, que depresión. Me puse a limpiar unas copas que acaba de recoger cuando escuché una voz que me erizó la piel.

-Guapa me pones un chupito de tequila? -preguntaron

No podía creerme quien era. Era ella. La bailarina del escenario.
Titubeé- S-s-si claro, dame un segundo -contesté
Noté su mirada clavada en mi. Vaya mirada felina, que ojos marrones tan penetrantes. Osea, me había puesto cachonda sola mirándome.

-Aquí tienes tu chupito, con el limón y la sal - se lo acerqué mientras que ella rozo mis dedos con los suyos al coger la sal.
-Que guapa eres rubita. Te propongo un juego, aceptas? -que directa era la tía.
- Depende. A mis 27 años no me gustaría jugar para no conseguir nada -vacilé
- Puedes encontrar a alguien que te cubra 30 minutos? - me propuso.
- Tan mayor estás que solo aguantas 30 minutos follando? -volví a vacilarla
Quiso asesinarme con la mirada mientras se hacía la enfadada.
-Dame un minuto que busco quien me sustituya.

Salí de la barra y me puse a su lado. Que olor a Coco desprendía, estaba de espaldas y pude observar su silueta entre tan poca luz. Que culazo y que caderas tenía. Si es que era la tía perfecta con la que soñarías todos los días de tu vida.

-Ya estoy aquí - le dije susurrando al oído y pude notar como suspiró y se puso tensa
-Una mujer de palabra. Entonces, quieres jugar? -sonrió de forma descarada
- Primero dime tu nombre y aceptaré.
-Vicky. Y tu eres? - preguntó
- María. Pero tu, puedes llamarme Mari -dije mientras estrechábamos las manos- ahora acepto el juego.

No tardo mucho en reaccionar, cogió la sal, el tequila y el limón. Se acercó a mi mejilla dejando un leve beso para después bajar a mi cuello y dejar un lametón. Increíble como me encendió.
- Por lo que veo eres directa -solté
-Cuando alguien me pone, sí. Y tu eres un claro ejemplo de ello. Pero solo acabo de empezar.

Colocó sal en mi cuello y posteriormente colocó el limon en mi boca.
Chupó la sal de mi cuello, y se me escapó un leve gemido, el cual escuchó a pesar del volumen de la música. Nuestras respiraciones se volvieron más agitadas. Bebió su chupito de tequila, dejando el vaso en la barra y se acercó a por el limón de mi boca.
Nos besamos. Con sabor a limón, alcohol y tabaco. Esa mezcla me puso a mil.
Quité el limón de mi boca y la cogí de la muñeca arrastrándola hacia el baño.

Al entrar la empujé contra la pared y empecé a besarla, colocó sus manos en mi nuca. Nuestras lenguas luchaban por tener el control.

-Esta vez me toca jugar a mi -le susurré al oído dejando un pequeño lametón en su lóbulo

Bajé al cuello dejando mordisco y pequeños chupetones en él. Le quité du camiseta dejándola con un top negro que hizo q me perdiese.
Separé sus piernas para acariciar el interior de sus muslos. No iba a tocarla hasta que me lo suplicara.

Bajé sus pantalones para tener contacto directo con su piel. Me agaché y empecé a besar sus muslos, Vicky se perdía y sabía que necesitaba que la tocase. Era dura, no suplicaba.

Opté por acercarme a su centro y encontré lo que buscaba.

-Hazlo ya. Lo necesito -mumuró mientras gemía un poco.
- No entiendo que quieres que haga- Jugué
-María toca-came- tartamudeaba
- Solo si me dices que quieres.
- Te necesito dentro de mi ya. Follame.
No pude aguantar más, bajé su tanga negro e introduje dos dedos en ella. Vicky levantó una pierna para darme mas acceso.

-Córrete - le ordené
Añadí mi lengua que hacía círculos en su clitoris. Sabía que dentro de poco explotaría asi que, introduje un tercer dedo en ella.
Se corrió.

No me dio tiempo a recuperarme cuando ya había acabado conmigo. Que orgasmo. Uno de los mejores de mi vida.

Vicky se vistió y se fue. Sin decir nada. Se dejó las bragas. Al menos le había gustado todo lo que habían hecho.

Pensé que sería un polvo más. Pero no. Esa rubia platino me había dejado tocada, se acababa de ir y yo necesitaba observarla otra vez, que todo comenzara de nuevo.

Aquí fue cuando supe que estaba perdida y que nunca más volvería a verla.

Platino || Maria y vicky (Maricky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora