III

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Domingo 8 de Enero de 1984

Mamá fue a comprar cereal para mí y mis hermanos. Papá aún no regresa de trabajar, por lo cual no tenemos ningún cuidado mayor en nosotros. Sólo los hermanos D'Zain, 2 gemelas, 1 hermano menor y yo. Las gemelas son Diana y Dania, mi hermano menor es Alfonso y pues a mí ya me conocen. Espero que papá no llegue pronto, no quiero que me castigue como a mis demás hermanos, deseo que no llegue ebrio a la casa porque nos va peor. No entiendo qué le vió de atractivo mamá a Óscar, es un hombre muy cruel con nosotros, creo hasta odia a sus propios hijos, pero bueno, yo no me puedo meter en esos temas.
Voy a salir con mis hermanos a jugar y hacer cualquier estupidez de niños, lo normal. Tenemos a tres vecinas que juegan con nosotros; Valentina, Leonora y Paulina.

─Paulina, tú que eres la de las ideas, ¿qué podemos jugar el día de hoy?

No ando de ideas el día de hoy, Alan. Ustedes hagan sus opiniones ahora
─Podemos ir a jugar al bosque que nos queda cerca
─¿Estás loca, Diana?
─No estoy loca, Dania
─Ya no seamos maricones y vamos─dijo Alan con entusiasmo a adentrase a lo desconocido─.

Estabamos a punto de dar un paso, cuando escuchamos a nuestro padre gritarnos que nos metieramos a la casa y dejaramos de hacer idioteces. Ese tipo es un amargado, en serio que detesto a mi padre.
Hicimos caso a lo que nos gritó y estuvimos como soldaditos de plomo, temblando de miedo al viejo que es nuestro padre. Comenzamos a temblar más de miedo cuando tomó del pelo a mis hermanas. Sabía que iba a llegar ebrio a casa, no quiero ver qué les va a hacer, no quiero escucharlas gritar de dolor. Odio ver que ese tipo les haga daño a mis hermanas. El señor desnudó a mis hermanas y sin piedad, comenzó a abusar de Diana mientras que a Dania le tocaba sus partes íntimas, sus gritos desgarradores me destrozaban, no sabía qué hacer por ella, y si le decíamos a mamá ella no nos iba a creer nada. Alfonso me abrazó fuerte, estaba llorando y yo sólo tenía que hacerle sentir seguro, pero un ataque de furia me entró cuando vi a Óscar pegarle con una botella en la cabeza a Dania. Me separé de Alfonso y tomé la navaja que siempre cargo por cualquier cosa, salté encima de Óscar y lo apuñalé en el brazo. Estúpido yo al no apuñalarlo en otra parte más mortal. Dejó de abusar de mis hermanas, gracias a Dios, pero entonces fue cuando me tomó del cuello y me quitó mi pantalón y calzones para penetrarme analmente, era horrible, ahora entendía más el terror que sentían mis hermanas cuando este tipo les hacía estas depravaciones. Muchas lágrimas salieron de mis ojos, no era la primera vez que abusaba sexualmente de mí pero, ¿cómo mierda voy a disfrutar de que un tipejo me esté violando? QUÉ PUTO ASCO.
Ya terminó la pesadilla, el señor sacó su repugnante pene de mi orificio anal, estaba sucio, me sentía... basura. Pero me sacrifiqué para salvar a mis hermanas de esta ocasión. Juro que algún día voy a matar a este pendejo. Diana y Dania me abrazaron, Alfonso se unió al abrazo. Mis hermanos son mi única familia, ese maldito pendejo nos va a pagar el daño que nos ha hecho. Algún maldito día me desharé de él.

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⏰ Última actualización: Dec 26, 2018 ⏰

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