just me being sad

Ni siquiera se denomina poesía.

¿Cómo darte lo mejor de mi, si yo, como ser humano no anhelante a una vida larga y duradera, no puedo creer tener lo mejor de mi?
¿Porqué prometer que te daría hasta lo que sueñas en una cálida noche de verano, si no creo poder tenerlo todo a mi alcance en este invierno sin fin que es mi hogar?
Nunca lo tuve, y de igual forma, jamás lo tendré. Suena como verdad absoluta saliendo de mis pensamientos, cuyos resultados no son más que de mis inseguridades constantes ante el tiempo y la vida que sigue andando, nunca para. Aterrador, un poco desolado e incierto pero me gusta, no puedo evitar tener fantasías sobre lo que es la colisión de la vida y la muerte. Derrochar sustos y oprimir mi caja toráxica se volvieron mis cuentos de las buenas noches. Contemplar una implosión mental durante las noches se vuelve mi mejor aliado en este mundo de pensamientos positivos. Esos son los peores, nunca los entiendo, no les encuentro la lógica.