.·°~My Small Angel~°·. ☆*YOONMIN*☆ 윤민 (OS)

.·°~My Angel pt 1~°·.

—¡Dame todo lo que tienes! ¡AHORA! — Amenacé apuntándole con mi pistola directamente a su cabeza.

—¡Por favor no me hagas nada! — Me suplicó el chico al borde de las lágrimas.

—Si haces lo que te pido en este mismo instante, quizás no salgas herido — Le respondí amenazante y en menos de un minuto el chico arrojó su billetera, anillos de plata y hasta un reloj que a simple vista se notaba que valía alrededor se trescientos mil wons.

—¡Eso es todo lo que tengo, pero por favor no me hagas nada! — Suplicó el chico estallando en llanto.

Pobre. De verdad que no quiero hacerle esto pero, no tengo otra opción.

Estrellé el mango del arma contra su cabeza y este empezó a lloriquear mientras corría despavorido.

Tome rápido lo que había en el piso para meterlo en la mochila que colgaba en mi hombro, miré a los lados del oscuro callejón para asegurarme de que no hubieron testigos de nada, ya una vez viendo todo en orden, guarde mi arma de juguete y salí corriendo a lo que yo llamó. Casa.

Al principio de mi recorrido todo era...Como decirlo....¿Normal? Ya saben, las calles estaban limpias, las casas en su perfecto estado, cestos de basura cerca de los árboles, en los que había una pequeña reja de metal alrededor. Todo común, para la gente de su clase.

Pero hablemos de lo que sigue después de tanto lujo y perfección.

Las calles estaban muy oscuras con la excepción de algunos faroles con bombillas que aún no habían robado y una que otra prostituta en las esquinas.

No les voy a mentir. Esas perras me dan asco, me repugnan y ¡Ahg! Me revuelve el estómago verlas con esos vestidos cortos con los que se le ven el culo. Digo ¿Es enserio? ¡SON UNAS TABLAS! y creen que están muy buenas ¡Ja! Más buena esta mi abuela que ellas.

—Yoonie~

Me paró en seco al escuchar aquella voz tan irritante y chillona. Demonios ¿Cuando dejará de insistir?

Este men ya me tiene hasta las bolas flacas.

—¿Que quieres ahora? — Pregunté seco girando sobre mis talones.

—Te quiero a ti oppa~ — Canturreó en respuesta mientras se acercaba a mi con pasos muy sensuales. Según él.

—Pues seguirás queriendo porque este chico-azúcar no va a comprar a ninguna perra barata ¿Comprendes? — Respondí con complejos de grandeza. Osea, al estilo Yoongi.

Sonreí victorioso al ver la cara de ofendido que tenía Minho.

—Ya ¿Por que no te vas a algún otro lado a vender tu muy jodido culo y me dejas en paz? No voy a follarte entiendelo, No. Voy. A. Fo. Llar. Te — Escupí y repetí muy lentamente mis palabras para ver si su cerebro todavía funcionaba y entendiera de una vez por todas que por muy crítica y complicada esté mi vida, no me voy a rebajar de esa manera con un prostituto.

—Algún día voy a tenerte Min Yoongi.

—Y...¿Debería hacer que? ¿Reír, llorar o ambas? — Pregunté irónico ante palabras tan erradas y en parte muy graciosas.

— Ya no tiene caso. Adiós Min —Lo vi mover su mano antes de que su silueta se perdiera en aquel callejón oscuro.

Me encojí de hombros y caminé ahora más relajado porque ya no estaba en aquellas calles llenas de niños ricos y gente que caga dinero. Ahora me encuentro en las calles en las que mandó. Aquí yo soy el rey y me dicen "King Agust"

Si, soy muy respetado por estos barrios.

Seguí caminando hasta que mis ojos pudieron divisar una pequeña casa con el tejado sucio y con algunos pedazos a punto de caer, la pintura de las paredes caída y algunos ladrillos que hacían aparición en la que estaba escrito mi nombre en grafiti, una ventana rota y a una hermosa niña de cabello negro mirando por esta con una enorme sonrisa.