Prólogo

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—Necesito que te hagas cargo de mi hijo adoptivo —narró lentamente SeokJin delante de TaeHyung, mostrándole una fotografía de un joven de cabello rojo con mala cara—, aunque no sea mi verdadero hijo, lo quiero como si así fuera, así que si algo malo le llegara a ocurrir, tú serás el que cargará con la culpa.

—Ya veo —TaeHyung observó la foto con detenimiento. El muchacho allí presente tendría más de 20 años pero menos de 30, y sin duda era muy atractivo. De hecho, eso fue lo primero que notó Kim al verlo, era el tipo de hombre por el que cualquier mujer perdería la cabeza, y cualquier hombre también—. ¿Qué es lo que debo hacer exactamente? —interrogó aún sabiendo la respuesta.

—Ser su guardaespaldas —afirmó Jin arreglando su uniforme de coronel—. Me han llegado infinidad de cartas en las que me amenazan con asesinar a JungKook sino me retiro de mi cargo. Claramente no lo haré, pero tampoco puedo dejar el futuro de mi hijo a la suerte. Deberás cuidarlo día y noche si es necesario, acompañarlo a la universidad, a casa y sus fiestas también.

—Entendido —el joven asintió ofreciéndole una reverencia al mayor.

TaeHyung era un hombre de 25 años, piel besada por el sol, cabello teñido de rosa y recién graduado de una institución para ejercer como policía. Kim SeokJin le había propuesto cuidar a su hijastro y de esa manera le ayudaría a avanzar notablemente en su carrera, cosa que resultaba más que beneficiosa para él, sin mencionar que JungKook le había llamado demasiado la atención a pesar de haberlo visto exclusivamente en un trozo de papel. La paga que Jin le ofrecía también era bastante óptima, ¿qué más podía pedir? En definitiva, recurrir al coronel Kim era la mejor opción para todo lo que necesitaba, y por suerte, este lo aceptó sin restricciones.

—Tenga por seguro que lo cuidaré con mi vida de ser requerido —expuso el pelirosa, cruzándose de brazos con suficiencia—. Ningún ladronzuelo se atreverá a tocarle un solo pelo sin que yo lo permita.

—Eso espero, que tu carrera florezca depende de eso —repuso Jin, arreglándose la corbata frente al espejo. Con la mano ordenó rápidamente su cabello rubio y continuó—. La próxima semana empiezas, por ahora, puedes retirarte.

Entre Venganzas (Vkook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora