Seduciendo al enemigo [Christopher Vélez]

Extra 2: Es navidad

(3 años después)

Ivanna.

-Chris, amor, ¿Dónde están los regalos de los pequeños? -pregunté y luego de unos minutos de silencio apareció entre las cajas de la mudanza

-¿M-me preguntas a mi? -dijo un poco nervioso

-¿A quién más se lo diría? -dije con obviedad

-P-pues a Chris Junior

-Chris no sabe qué cosas hemos comprado y los regalos aún no están forrados

-No sé porqué, pero tengo el presentimiento de que Vélez no tiene ni la mínima idea de dónde están los obsequios -dijo papá golpeando levemente sus hombros y éste se sobresaltó

-No cómo cree, suegro -reí- Claro que sé en dónde están los regalos de los pequeños... Están en el auto

-¿Y no te dije ayer por la noche que los sacaras? -reclamé

-Lo sé amor, pero los dejé ahí ya forrados para que los niños no los vean -se excusó

-¿Enserio Chris? ¿Para que no los vean? Son niños Chris, deben saber que les hemos comprado muchos regalos...

-Es para para sorprenderlos...

-Te casaste con un genio, hija

-Papá -miré con recriminación

-Ya, ya me callo, no dije nada

-Amor, ve por los regalos ¿Sí?

-Sí mi capitán -respondió y obedientemente fue por los obsequios

(...)

-¿Les gustaron sus obsequios? -pregunté con ilusión

Christopher y yo estuvimos batallando durante mas de 3 horas en la tienda de regalos debido a que no sabíamos qué regalarles a los niños y lo más importante... Si les gustaría sus regalos.

-Claro que sí mamá, todos los regalos fueron increíbles -ambos sonrieron y nos abrazaron

-Stop, aún falta el mejor regalo de la noche... El de su abuelo -dijo papá saliendo con dos bicicletas una más grande que la otra

-¡Abuelo! ¡Muchísimas gracias! ¡Están increíbles!

(...)

-No lo entiendo, siempre se roba la navidad... Es como un grinch, pero él sí ama la navidad

-No lo sé, incluso a mí, me impresiona y eso que ya he visto muchas de sus versiones -comenté, pero él seguía serio con la mirada perdida- ¿Qué pasa bebé? Te noto triste... Mucho como para ser navidad

-Parece que soy el único que no ha recibido ningún regalo -sus labios formaron un pucherito que se me hizo extremadamente adorable

-Es cierto, lo había olvidado -me giré y saqué de mi mesita de noche una cajita y se lo entregué- quería entregártelo cuando estuviéramos solos los dos

-¿E-en serio? ¿Y qué es? -preguntó tan emocionado como un niño pequeñito

-Ábrelo y verás -sonreí

Abrió la cajita y pagaría millones de dólares por ver cientos de veces como es que su mirada de niño cambió por una de perversión total.

-Diablos señorita

-¿Quieres estrena tu regalo?

-Eso no deberías ni preguntarlo, son unos Durex ¿Crees que desperdiciaría la oportunidad?

Sin pensarlo me subí como pude y realicé un movimiento de caderas que comenzó exitandonos a ambos

-Se nota que hoy estás con todas las ganas -dijo y sonreí pícaramente

Todo empezó con caricias y unos cuantos besos en el rostro, poco a poco todo fue tomando intensidad los besos dejaron de ser delicados a ser más salvajes, con más pasión, con más lujuria. El calor aumentó y la excitación aumentaba en los dos.

Al Chris dormir en bóxer la única que tenía ropa por deshacerse era yo. La primera prenda retirada fue mi bata, que terminó en algún lugar de la habitación, luego mis bragas desaparecieron como por arte de magia.

-Ey, no se vale... Tú aún estás en bóxer

-Pero eso se puede solucionar -me sonrió de forma coqueta

Lentamente le fui quitando el bóxer, tan lento que incluso era como una tortura para él.

-Qué mala eres, eh

En poco tiempo la habitación se llenó de gemidos y la lujuria y pasión nos dominaba.

Perdí la noción de cuánto tiempo llevábamos haciéndolo, pero no quería que terminara.

-¿Cansada? -me preguntó con una sonrisa pícara

-Ñeh, pero bueno... -reí

-No cambias...

-Pero así me amas

-Es cierto, te amo mi vida, feliz navidad

-Feliz navidad, amor

Fin.

Feliz navidad chicas, aquí les dejo un pequeño obsequio: Un extra de la novela

Gracias por los 85k de lecturas

Lo publiqué ayer pero era un poco tarde y nadie leyó, espero que aún no la hayan sacado de su biblioteca :(