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Capitulo 2

Yugi se encontraba en la habitación de Atem. Ya lo habían bañado y vestido. Traía puesto una remera, un filin y una sandalia

-Dime de dónde eres, cómo te llamas?- sentándose en la cama. Yugi estaba sentado en una silla frente a Atem

-Me llamo yugi, soy japonés

-Eres lindo- se levantó de la cama se le acercó y le acaricio la mejilla - tienes la piel suave- se le fue acercando a sus labios. Sintió esos labio carnoso y rojo, le mordió apenas para que abra la boca. Comenzó una lucha de lenguas, siguieron así hasta que el aire le reclamo. Se separaron, la distancia era separada por un hilo de saliva

Atem lo alza y lo tira a la cama, Posicionándose encima de yugi -dime cuántos años tienes preciosura?- poniendo y enviándole una mirada coqueta

-Tengo 17 años- correspondiendo y respondiendo con la misma mirada coqueta

-Me gustas yugi, serás mío!- atacando sus labios

-Pero que paso aquí?- se preguntaron ambos

En eso Ishizu ve que el libro que estaba tirado era el que ella estuvo leyendo

-yami, es el libro que estuve leyendo ase poco. Yugi debió leer el conjuro en voz alta

-Entonces are lo mismo

-Yo te acompaño

No digieren más y cruzaron esa puerta de luz que los llevarían donde estaría yugi, Un lugar que ni ellos se imaginaban

Yugi estaba desnuda, debajo de Atem que este estaba de igual manera. Besos, carias, lenguas que iban y benian. Atem pasaba su lengua por la entrada

-aaaaaammmmm por favor aaaaaa penétreme de una bes

-No, aun no, quiero torturarte de placer mi niño. No me importa si no eras virgen, porque aquel hombre que te toco ya no le perteneces, eres mío ahora- Ataco a su cuello, recorriéndolo con su lengua. Fue bajando asta llegar a sus tetillas ya duras, las volvió a estimular. Fue bajando lentamente dejando a su paso restos de saliva. Al llegar a su miembro, lo lambio de arriba abajo, sacándole barios, muchos gemidos a yugi, al fin se lo metió a su boca, comenzando lentamente a chuparlo, aumentando en cada chupada , la velocidad, enloqueciendo a yugi

-Su alteza, no me torture así

-Te torturare hasta que te vengas- Dicho y hecho yugi se vino en la boca de Atem, soltando un gemido de liberación y de placer

-No creí que fueras tan dulce- acercándose al rostro de yugi, besándolo, con su propia esencia

Yugi estaba yan enfrascado en el beso de Atem que no se dio cuenta que esta llevo sus dos dedos a su entrada, sintiendo el intruso. Quiso soltarse de ese beso, pero atem no lo dejo, en más siguió besándolo, soltándolo en ocasiones por falta de aire, y penetrándolo con sus dedos. Cuando yugi ya estaba bien dilatado, lo salto y lo penetro de una , moviéndose lentamente, mientras yugi ponía cara de dolor. Al pasar el tiempo ese dolor de convirtió en placer, y las envestidas eran cada vez más salvajes. Ambos al llegar a la cúspide de placer soltaron un gemido de satisfacción y cansancio. Atem cayó encima de yugi, este abrazándolo. Al recuperar el aliento ambos se acomodaron, Atem se levantó y se vistió, luego miro a yugi, que estaba cambiándose

-tengo que admitirlo yugi, de todos los esclavos que he tenido, ninguno me satisfacía como tú. Ahora prepárame el baño

Yugi se le ocurrió una idea. Preparo el baño, cuando ya estaba listo Atem se metió en la tina, disfrutando el agua caliente, en eso ve como yugi se mete a la tina y se desnuda sensualmente frente a el. Comenzando así una nueva sección de sexo