A sus 17 años, Anthony Edward Stark, hijo del dueño de la mejor empresa de Armas y tecnología de los Estados Unidos, era el típico adolescente rebelde y malcriado al cual se le cumplían todos sus caprichos... Excepto uno. Ser correspondido por su amor platónico.
Steven Grant Rogers, Soldado del ejército del país y mano derecha de Howard Stark. Un hombre alto, rubio, ojos tan celestes como el cielo, cuerpo de dios griego. Ah, una verdadera obra de arte. La cual, según creía Anthony, no estaba a su alcance.
El castaño, literalmente, fantaseaba con aquel soldado. Pero en su interior, crecía un sentimiento mayor a una simple fantasía o deseo. Y es que era difícil de creer. Un "niño" de 17 Años, enamorado de un hombre de 30. Pero bueno, muchos dicen que para el amor no hay edad ¿Cierto?La primera vez que su padre los había presentado, había sido un tanto... Vergonzosa. Al menos para él.
Dentro del edificio, o torre como le gustaba llamarle, donde trabajaba su progenitor yacía una pequeña sala con blancos, donde se probaban ciertas armas. Ya sean en desarrollo o no.Flashback
Howard intentaba enseñarle a su hijo como utilizar apropiadamente una clásica 9mm. Todo iba perfectamente bien, hasta que el llego. Con su perfecta sonrisa, y su vestimenta ajustada que no dejaba nada a la imaginación. Tony se había distraído mirándole, y sin apuntar bien, disparo. La bala había dado justo en uno de los focos del lugar, rompiéndolo y haciendo que una zona quedara sin iluminación.
Steve, al notar lo que había sucedido, de acerco a ambos con una sonrisa ladina.— ¿Primera vez? —Pregunto mirando a Tony, el cual aun seguía embobado con la hermosa figura frente a el— Hola Howard ¿Es tu...?
—Hola Steve —Saludo el mayor de los tres, estrechando su mano con la del rubio— Es mi hijo. Y si, es su primera vez disparando. Aunque luego de unos diez intentos creo que esto no es lo suyo —una risa broto de sus labios— Tony, Preséntate.
—Eh... —El adolescente se había quedado en blanco durante unos segundos. "malditas hormonas" Pensaba. Tomó un poco de valor, y aun con una pizca de vergüenza, hizo lo que su padre le ordeno— Un gusto, Anthony Edward Stark, pero puedes decirme Tony. —"O como tú quieras, Guapo"— Mi padre me ha hablado mucho de ti, aunque... Verte en persona es mucho mejor. —Y ahí estaba. Su personalidad había vuelto a la normalidad.
A decir verdad, el rubio también había quedado algo deslumbrado por lo guapo que era Tony. Pero que tenía ¿17? ¿18 años? Estaba seguro que le sacaba, al menos 10 años. Aparte de que era el hijo de uno de sus amigos. No podía hacer eso, debía borrar aquellos pensamientos de su mente.
—El gusto es mío, Tony. Supongo que ya lo sabes, pero aun así lo diré. Mi nombre es Steven Grant Rogers, puedes decirme Steve o como tu gustes.
Fin del Flashback.
Desde ese día, Tony se había prometido a si mismo hacer que Rogers cayera en sus redes. Haría que aquel correcto hombre, traspasara la línea, así, rompiendo su propia moral. ¿Por qué lo hacía? Primero: Por sus sentimientos, tanto de deseo como amor. Y segundo: le encantaba llevarle la contra a su padre y hacerlo enojar.
Y ya había ideado un plan para ello, en ese mismo momento lo iba a poner en marcha.~¤~¤~¤~¤~¤~
Sábado 26 de Junio. 4:30 Pm.
—Escucha con atención Anthony. Nada de fiestas, nada de amigos, nada de alcohol, nada de nada.
—Sí, Pa. Ya entendí.
— ¿Seguro? La última vez que me dijiste eso me encontré con una fiesta descomunal en mi mansión.

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¿Moral? ¿Que es eso? (One-Shot Stony).
FanficA sus 17 años, el rebelde Tony Stark queda prendado del amigo de su padre, el capitán Steve Rogers y hará todo lo posible para que este caiga en sus redes, incluso si tiene que ir en contra de los principios morales del militar. Los personajes no so...