PROLOGO

23 3 0
                                    

—¡Pero que mierda¡—de pronto desperté, al sentir algo extremadamente caliente en un brazo—¡Maldito imbécil ¿que te pasa?! Ya te dije que no tengo idea de lo que me estás hablando.

Mire a mi alrededor, era una habitación completamente obscura, y vacía en la que , en el centro, me encontraba yo, amarrado a una incómoda silla de madera, atado con una cuerda de fuego.

—Oh, ¿De verdad Raen? Es decir, apenas y encendí un cerillo a tu lado, y ni siquiera te toque.—Pude comprobar que lo que decía es cierto puesto que sostenía aquel pedazo de madera calcinado sobre la palma de su mano-¡Dime en donde mierda se encuentran los demás elementales!

¿Elementales? Yo nunca imaginé algún día saber el significado de aquella palabra, hasta que lo conocí, no hablo del bastardo que se encuentra quemandome, sino de él de el otro bastardo al que también le gusta el fuego...

LOS ELEMENTALES DE RAENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora