CAPITULO 7 DONES

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Después de que los lugares para dormir fueron asignados, todos nos dirigimos hacia nuestro destino, Eiden entro primero dejando la puerta abierta para que yo pudiera entrar.

El azabache se dirigió hacia un pequeño armario y tomo unas cuantas cosas - Ten esto- dijo mientras me tendia una pijama- es la más pequeña que tengo.- tomo otra pijama, y salió del cuarto para vestirse en privacidad.

Humm... Ni quien lo quisiera ver cambiarse , o seá ¿Quien quiere ver su atlético cuerpo? ¿Su muy trabajado abdomen?¿Sus increíbles brazos? ¿Su ancha espalda doblarse al quitarse la camiseta? O en todo caso ¿Sus anchos hombros? Claro esta que yo no.

Aclarado este asunto, procedí a realizar mi rutina nocturna, desate mi cabello,me coloque la parte superior de la pijama y ... en verdad ¿que se piensa este tipo?, Creo que me hubiera quedado mejor una pijama de Ali que de él, esto es enorme, la playera casi me llega a medio muslo y las mangas ni se diga.
Ignorando esto, procedí a ponerme los pantalones, pero oh sorpresa, están grandes, tuve que agarrarlos de un lado ya que si los suelto dan directo al suelo ¿Y ahora qué hago?

Humm...creo que tendré que ir a pedirle una pijama a Ali.

Y tal cual, me dirijo hacia la puerta, pero antes de tocar la perilla está se abre y me da un golpe en plena frente,- ¡Chispas!- me queje mientras que llevo ambas manos a mi frente.

Eiden se apresura a entrar y se acerca a mi- ¡Oh!, ¿Que hacías ahí?- tomo mis manos y las apartó de mi cara.

La cara que pone es un poema, primero veo alivio, después de alejarse un poco y volverme a ver, noto sorpresa y de la nada salió corriendo.

Este tipo en verdad que es un cabeza hueca, primero me golpea con la puerta y ni siquiera pide una disculpa y ahora simplemente se va, qué personaje tan más extraño, como seá, me subo el pantalón de nueva cuenta y me dirijo a la habitación de Ali.

Tocó un par de veces y la castaña aparece frente a mi- ¿Qué ocurre?- me dijo de manera seria-Wow, Mira nada más ese chichón en tu frente,- tocó mi frente- se ve doloroso- sonrió y señalo toda mi humanidad- que lindo conjunto, en verdad luces adorable.- apretó mis mejillas.

-¿Tienes una pijama que me quede?- fui al punto- como ves, está no me queda muy bien.- me soltó y pensó un par de segundos

- Tengo un par de pijamas que Eiden amaría que usarás, pero no creo que a ti te gusten, así que mejor te quedas como estas.- alzó sus hombros restándole importancia al asunto- a menos de que quieras hacer feliz al pobre chico.

-Ali,- la llamé, ella simplemente se recargo en el marco de la puerta- en verdad, te lo juro, no entiendo de qué hablas.

Ella solo soltó una risita- no me hagas caso, solo estoy algo emocionada,- cruzó sus brazos sobre su pecho- Pero, de verdad no tengo pijamas, más que como la que traigo puesta, si te gusta la tengo en diferentes colores.- me guiño un ojo.

La escudriñe por un par de segundos y ... ¡No sé cómo fue posible no darme cuenta! Solo traía unos shorts demasiado cortos y una delgada blusa de tirantes de satín color azul rey.

-Asi estoy bien, gracias- comencé a caminar a la habitación de Eiden.

¿Cómo no pude notar la pijama de Ali, ya sé que soy gay, pero en verdad, por poco y no lleva nada encima.

Llegue a la habitación y dentro se encontraba Eiden acostado pegado lo más humanamente posible a la pared, me acerqué y lo observé un poco, es realmente atractivo, tiene unas largas pestañas y sus labios son tan lindos, creo que ya está dormido, puedo ver su acompasada respiración.

LOS ELEMENTALES DE RAENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora