Caja de Cigarrillos. {chanbaek!au}

Única.

Habían muchas cosas que BaekHyun odiaba, y el cigarrillo era una de esas cosas.

Eran las siete de la noche y el chico iba saliendo del trabajo, estaba cansado, agotado. Las ojeras en sus ojos se pronunciaban sin disimulo y la resequedad de sus labios era obvia a simple vista. El chico estaba cansado de todo, del trabajo, de la universidad, a veces de su familia. Él quería llorar la mayoría del tiempo y dormir.

Justo ese día, había tenido mil y un problemas. Para comenzar, su jefe le había mandado hacer cosas que no le tocaban, ese mismo día en la mañana había discutido con su madre. No logró conseguir transporte, por lo que tuvo irse caminando hasta la universidad. Se cayó de las escaleras, porque había que acotar que era demasiado torpe para su propia seguridad, y había terminado con un gran hematoma en su tobillo. Todo había sido un desastre desde que se levantó, y lo supo cuando el papel higiénico había caído en el inodoro.

Bufó con hastío y cojeó hasta una banca en una pequeña plaza, dónde se sentó a maldecir a todos y a todo. BaekHyun normalmente era muy alegre, pero ese día no tenía ganas de sonreír. Menos, cuando el detestable olor a cigarrillo se penetró en sus fosas nasales. Rodó sus ojos y volteo su mirada hasta el origen de aquel desagradable olor, era un chico, justo a su lado, fumando.

¿Estaba aquí cuando llegué?

—Oye, disculpa.

Su voz había sido apenas audible, pero noto la media sonrisa del chico, lo había escuchado. —Si no es molestia, ¿Podrías dejar de fumar? El olor es desagradable.

Detalló que el chico tenía un jean oscuro y una chaqueta de cuero negra, tenía toda la pinta de ser un chico malo. Escucho su risa burlesca y sintió una corriente subir por su espalda justo cuando sus ojos chocaron con los de el.

Era demasiado atractivo.

—¿Por qué tendría que dejar de fumar, si eres tú el que apenas acaba de llegar?

Su voz había salido gruesa, ronca, con un dejé de sensualidad. Voz de camionero, le habría dicho su mejor amigo. Pero por alguna extraña razón, esa voz le había encantado.

¿Por qué estoy pensando en eso sí justo lo estoy viendo por primera vez?

—Uh, es que el olor a cigarrillo... Es desagradable.

El chico volvió a reír, dándole una pequeña calada antes de expulsar el humo.

—Deberias probarlo, ayuda mucho al estrés.

Baek arrugó su nariz. —No, gracias.

El chico se levantó, haciendo notoria su altura. BaekHyun dedujo que apenas y podría llegarle a barbilla, por lo que se sonrojo antes de poder evitarlo. El chico también pareció notar eso.

—Lindo.

Unos cuantos minutos pasaron, y el alto pareció no querer moverse de su lugar, viendo al más bajo con algo de ternura, su dura mirada del principio parecía haberse ablandado un poco.

—Toma.

Le extendió a Baek una caja de cigarros, y el no pudo evitar fruncir el ceño.

—Te dije que no fuma...

—Solo tómala.

Con duda, su delgada mano tomo la caja que le extendía el contrario, y sin decir nada, este se dió media vuelta y se fue. Dejándolo totalmente confundido. Miró con algo de miedo la caja y sacó un cigarrillo. Lo observó bien, y no sabía cómo, pero tenía un número de teléfono.

Al día siguiente decidió llamar a ese número luego de una noche en vela.

.

ChanYeol era necio, terco, era demasiado atractivo para su gusto y siempre tendía a hacerlo irritar, era demasiado misterioso y nunca  le contestaba las llamadas. Odiaba que tuviera la razón la mayoría del tiempo y que tuviera la facilidad de hacerlo temblar como si fuera una gelatina. Podía hacer su corazón acelerarse como si estuviera en un maratón y podía hacerlo pasar noches en vela.

BaekHyun se había enamorado de algo que odiaba completamente, pero no sé arrepentía. No podía cuando el más alto, era lo mejor que le había sucedido en la vida.

Porque a pesar de todo, también tenía todo lo que amaba.

Le encantaba como lo protegía, como le besaba, cuando le decía bebé, cuando le tomaba de la mano, cuando estaba con el aún sin estarlo. Como se preocupaba por el y como le repetía lo hermoso que era a cada rato.

Le encantaba como podía hacerlo sonreír luego de un día tan malo.

BaekHyun odiaba muchas cosas. Los murmullos, las alfombras, el piso del baño mojado, los niños en ocasiones, el hígado... El cigarro.

Pero eso último, luego de esa llamada, ya no era un problema.

—

Este pequeño drabble lo hice mientras viajaba, pensando en lo hermoso que es tener a esa persona a mi lado, pese a todo, pese a todos.

Esa persona está de cumpleaños, y siendo sincera, no puedo sentirme más afortunada de tenerla conmigo, y espero que éste sea apenas el primero de muchos cumpleaños que me permita pasar con ella.

Te adoro, pajua. Y espero que tengas un feliz cumpleaños.

@HorrorDaster

{26/12/18}

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