Advertencia: contenido muy explícito (si no te gusta no lo leas ghjbjio)
Dejar claro también que todo esto es totalmente ficción y que lo escribo con respeto y amor por estos dos pencos, que como no dan contenido pues habrá que contentarse con estas cosetas...
Gracias a mi amiga NS por ser siempre una fuente de inspiración entre broma y broma... Sin ella, esta idea no existiría.
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-¡Ago! –la risa alegre del catalán a su lado de nuevo, le hizo sonreír.
-Pollito –susurró las palabras en el oído de su chico, que ya le abrazaba con fuerza tras la larga semana de separación.
El canario no tardó en notar los labios de Raoul sobre los suyos, rodeando a su vez su cuello con sus musculados brazos. El suave beso de reencuentro pronto se convirtió en una desesperada lucha de lenguas entre ambas bocas, que peleaban por saborearse. Las manos tampoco tardaron en tocarse más allá de lo socialmente permitido en lugares públicos, hasta que el carraspeo sonoro de alguien tras de ellos les hizo frenar sus movimientos, que comenzaban a ser demasiado desenfrenados y provocativos.
La lengua de Agoney volvió a su boca, recuperando la compostura para saludar entre risas a su cuñado, que le miraba divertido tras el mini-espectáculo presenciado.
-Después de tantos años y aún incapaces de controlaros... -el catalán mayor estrechó entre sus brazos al isleño, que rió ante el comentario.
-Cállate, Álvaro.- fue la respuesta del menor a sus espaldas, con el ceño fruncido en un gesto de rabieta infantil.
-Tranquilo, chiquitín.- el moreno se lanzó de nuevo a llenar de mimos las mejillas de su chico, a pesar de los quejidos de este y de las risas del mayor. Aprovechando la cercanía, susurró en su oído.- Que ya he traído los regalitos que pedimos...
Ambos se miraron cómplices y sonrieron, cada vez de forma menos entrañable y más pícara. No tardaron en correr hacia el coche, metiendo prisa a Álvaro para que les llevara al piso que compartían en el centro de Madrid. Ni siquiera habían llegado al ascensor cuando ya estaban comiéndose la boca de nuevo.
Sus lenguas expertas se exploraban, a la vez que sus manos se agarraban y tironeaban de las telas que les cubrían. Ambos pensaban en una sola cosa: lo que habían pedido por internet hacía un par de semanas atrás.
Acurrucados entre las mantas tras una rutinaria sesión de sexo post-fiesta, incentivado por el alcohol y las preguntas de su chico, Raoul había terminado por confesar que le gustaba cuando Agoney mandaba sobre él de tal manera que le hacía hasta sufrir. Y el isleño solo pudo contestar ante aquella afirmación con besos a lo largo de sus coloradas mejillas, admitiendo también haber fantaseado con innovar un poco su sexo... Porque sí, comérsela a Raoul era genial, follárselo más aún y que le follara, era el séptimo cielo. Pero no podía dejar de pensar en su rubio con sabor, en verlo con algo vibrando dentro de él, en poder aguantar más para poder correrse en su interior con dureza... Se ponía cachondo solo de pensarlo. No dudó en coger el ordenador y pedir en aquel mismo instante un motón de productos por internet, pese a las constantes iniciales negativas de su pequeño que, aunque no lo reconociera, deseaba que llegaran esas esposas tanto como el propio isleño.
El viaje en el ascensor se les hizo tortuosamente lento. Tenían que llegar a casa ya.
El mayor había estado una semana fuera debido a las diversas promociones y conciertos para celebrar su nuevo disco, por lo que habían tenido que pasarse aquellos días a base de videollamadas subidas de tono y pajas en solitario. Como había dicho Álvaro, ni llevando casi cinco años de relación y habiendo hasta reconocido de forma sutil en los medios que estaban juntos, nunca dejarían de ser como adolescentes hormonados desesperados por el contacto humano. Porque sí, esa era la palabra, desesperados.

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Meeting Again // Ragoney - OneShot
FanficHan estado demasiado tiempo separados y no pueden esperar a sentirse de nuevo. Quieren probarlo todo, tenerse enteros y perder el control. Raoul quiere que Agoney le haga solo suyo, y el moreno solo puede querer complacer a su niño.