Profane farm/Granja profana

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I surrendered to the flutter of the flame, and I'm still dancing along with the calm. A heart more noble than an owl, with eyes more brown than mine. The most forbidden and simple, like the silver crystal. I do not have a beginning and my feeling bites the caverns, and I can not stop imagining. 

You do not know the pain of fiery skins, with so many imaginary pretendieses. I protected the dream, to dream a letter full of wet words of what I could walk. A paralyzing powder, which does nothing but burn my chest.

 It goes from the center of my chest, reaches my lungs and I only cough, spit blood, and start crying. And so kind as it seems, it is nothing more than the mountains touching deep in the green and lilac plain. I remember how I put them on pedestals to people that excite me to the world of wonders.

Books, works, texts, audios, movies, I had to carry on my back. I settled for seeing them dream, to see their smiles and their stupidities. Let the weak not speak because of their lack of strength, they said. But if he can't even cry, it doesn't seem entirely pathetic in his body. Lies.

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Me rendí al palpitar de la llama, y aun sigo danzando junto a la calma. Un corazón mas noble que un búho, con unos ojos mas marrones que los míos. Lo mas prohibido y simple, como el cristal plateado. No tengo un comienzo y mi sentimiento muerde las cavernas, y no puedo parar de imaginar. 

No sabes el dolor de las pieles ardientes, con tantos imaginarios pretendieses. Protegí lo onírico, para soñar una carta llena de palabras mojadas de lo que podría caminar. Un polvo paralizador, que no hace mas que quemar mi pecho. 

Va desde el centro de mi tórax, llega a mis pulmones y no hago mas que toser, escupo sangre, y comienzo a llorar. Y tan amable que parece, no es mas que las montañas tocando lo profundo del llano verde y lila. Recuerdo como los ponía en pedestales a las personas que me ilusionan al mundo de la maravillas. 

Libros, obras, textos, audios, películas, tuve que cargar en mi espalda. Me conformé con verles soñar, ver sus sonrisas y sus estupideces. Que no calle el débil por su falta de fuerza, decían. Pero si no puede ni llorar, no parece del todo patético en su cuerpo. Mentiras. 

Peace lies in its hatredWhere stories live. Discover now