Parte 1

8 0 0
                                    

Parte 1

Estoy nerviosa, demasiado para ser cierto, una muestra de ello era la manera en la que mi pierna derecha se movía de manera frenética de arriba-abajo con una velocidad incalculable para mi cerebro en estos momentos de angustia.

-Madelaine quédate quieta - exclamó Camille con un tono de fastidio, el mismo con el que me determinaba desde hace unos meses, desde que salió a la luz el error que prácticamente me arruino la vida y mi reputación.

Intente drenar mis nervios de otra manera, tal vez mirando por la ventana me distraerá un poco y podría dejar de pensar en qué tan desastroso sería mi primer día de escuela, además, siendo la nueva y en último año. ¡Bonita gracia! Aunque no me podía quejar, todo lo que paso y que, al parecer, todavía esta pasando es y fue culpa mía.

Al recorrer las calles de Oakville, una zona a los alrededores de Toronto, pasábamos por casas, las cuales con solo ver el tamaño de estas sabias que todas esas familias eran adineradas, algunas con unas fachadas de vidrieras gigantes, unas que se veían tan asombrosas que parecían palacios y otras que con lo grandes que era el jardín parecían hasta fincas.

- ¿Vas a venir por mí al final de la jornada? - pregunte casi mordiéndome la lengua.

-No

- ¿Entonces cómo llegaré a la casa?

-Piensa y resuélvelo tu sola - dijo para después voltear e ingresar por la vía que daba entrada a la institución.

>>Estas suficientemente grande para resolver esto por ti misma, o es que todavía me toca estar detrás de ti para que aprendas como son las cosas- dijo como en reproche, sabia que me reclamaba por lo que hice- no me importa como llegues, pero te advierto que a las 8:30 pm las puertas van a estar cerradas, si no llegas máximo a esa hora te quedas afuera.

Así de dura era "mi madre", no soportaba pensar que me había convertido en un cero a la izquierda para mi familia, después de que me convirtiera en la oveja negra o humillación de la familia, todos en el pueblo nos miraban con asco y algunos hasta vergüenza. Después de que un video, en el que aparecía mostrando mis senos se hiciera viral en las redes sociales, comenzaron las desgracias.

Para comenzar todo ocurrió cuando Andrés, el desgraciado de mi ex, me presionó para que le mostrara mi cuerpo y lo peor de todo era que el había sido el causante de todo lo que me estaba pasado ahora, al compartir un video que me había hecho sin que me diera cuenta, cuando estábamos en lo que se suponía que era un rato intimo en el que las caricias y las palabras bonitas nos emborrachaban y nos volvíamos títeres el uno del otro.

Así fue como se acabo mi vida y junto con ella se fue mi autoestima y dignidad a la basura, lo que nos llevó a mudarnos de ciudad, dado que ninguno soportaba la humillación que recibieron gracias a mí, en las que algunas veces nos encontrábamos fotografías en el parabrisas de nuestro auto en que aparecía con deformaciones en el cuerpo, la cara de actrices nopor o palabras obscenas en el pie de la hoja.

Apenas el auto se detuvo tome una respiración tan profunda que incluso sentí como si mis pulmones fueran a estallar, para después abrir la puerta del auto y tomar mi bolso para colgármelo al hombro, apenas pise el asfalto levante la mirada y con timidez camine hacia la entrada de la escuela, rezando para que no me tocara preguntar donde quedaba la secretaria, que la pudiera identificar sin tener que hacer contacto verbal con alguien en el instituto.

La mayoría de las personas que estaban afuera tenían sonrisas en el rostro, algunos saludando compañeros y otros con cara de quiero mas vacaciones, me alivio el ver que nadie me observaba y eso era señal de que mi error no había sido tan trascendental como para llegar a otro Estado, aunque siempre mi paranoia alcanzaba niveles estratosféricos, aunque en esta nueva ciudad nadie parecía mostrar interés en mí, y eso me aliviaba de sobremanera.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 20, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Déjame curarte (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora