Mariposas en la guerra

Pues aquí está mi regalito de reyes. Este OS es para mi pequeña @pauucb_ Espero que le guste!!
Esto es un amigo invisible que hemos hecho en cabronas heteras. No sabíamos que había otro de las escritoras que no pudieron hacerlo el 24, asi que os recomiendo que estéis atentos porque seguro que hay muchas maravillas que leer.
Muchos besitos!💜💛

Pd: os aconsejo escuchar la canción al final y prestarle atención a la letra, es el complemento final del OS.

Alemania 1939

El pequeño Raoul amaba la primavera, podía salir después de la escuela a jugar en la colina detrás de su casa.
A sus 6 años era un niño curioso y alegre que volvía loco a su padre preguntándole el por qué de todas las cosas.

El sol empezaba a estar mas fuerte, y sentir la calidez en la cara mientras correteaba campo arriba, era una sensación única.
El verano estaba a la vuelta de la esquina y en su pequeño pueblo se empezaba a notar en la sonrisa de los vecinos.
Había sido un invierno frío y difícil. Según su padre, algo se estaba cociendo en el país que no auguraba nada bueno. Él no entendía que había de malo en eso, así que era feliz viendo como la gente salía a pasear, como había muchos mas niños en la calle y sobre todo, adoraba ver el atardecer desde el claro.

Aquella mañana en el cole, su profesor le había regalado un tarro con algo que no había visto en su vida, pero que le pareció la cosa mas mágica del universo. Así  estaba, jugando con su nueva adquisición, cuando una voz lo sorprendió.

- ¿Por qué la tienes encerrada?.

Con un saltito dirige la mirada hacía el chico que le habla. Tras el pequeño susto, lo reconoce, le ha visto en el colegio, es dos años mayor que él y no es capaz de recordar su nombre.

- Es mi mariposa.- contestó con recelo.

- No está bien, mira. ¿Ves como se golpea contra el cristal?, quiere salir. No puedes tenerla en un tarro.- dice el chico moreno acercándose a él.

- Si, si puedo.- se siente intimidado y aleja el bote de él, temiendo que se lo arrebate.

- No, no puedes.- replica el chico con calma pero con voz autoritaria.

- Pero quiero jugar con ella.

- Si no la sueltas se morirá, los animales tienen que estar libres.- Esa afirmación empieza a ponerle triste porque él no quiere hacerle daño.

- Pero yo la cuido, es mi amiga.- Contesta con tanta inocencia y pena en los ojos, que el mayor no puede reprimir una sonrisa y le sacude el pelo en gesto de cariño.

- Pues lo mejor que puedes hacer por ella, si de verdad la quieres, es dejarla volar.

- Pero...- se quedó pensativo mirando como el animal golpeaba una y otra vez el vidrio. Sintió la angustia de estar encerrado y con vergüenza y algo de miedo, le cedió el tarro al mayor.

Este, abrió con delicadeza la tapa y enseguida la mariposa salió, posándose primero en los dedos del moreno, con calma extendió las alas.

- Mira que bonita es.- resaltó el de ojos oscuros, haciendo que los del rubio se abrieran de par en par, admirando la gama de colores tan hermosa y los dibujos que la adornaban.

- ¡Es amarilla!...me encanta el amarillo, pero ese otro color...nunca lo había visto.- dijo confuso.

- Es morado, es mi color favorito. ¿No te gusta?

- Morado...si...¡si que me gusta!.

Le dedicó, por primera vez, la sonrisa mas bonita que el otro chico había visto en su vida, llenándole el pecho de un sentimiento de paz y candidez que jamás olvidaría.