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Se dice que hace mucho tiempo, en la época donde las personas eran capaces de convivir con seres dimensionales, hubo dos personas que rompieron con todos los tabús de la época. 

Ella, una mujer de piel porcelana junto con unos ojos que se dice hipnotizaban a quien la observaba. Él de una aura imponente y de un rostro de ángel enamoraba a cualquiera que se cruzará en su camino.

Se supone que eran enemigos naturales, la mujer trataba de ayudar a los mounstros a poder subir al cielo y él quería erradicarlos.

Tan diferentes que el amor entre ellos floreció pero con ello las envidias también.

Vivieron hermosos momentos, hasta que el pacto que nunca debe ser roto hizo su aparición llevándose la vida de la vida de la mujer.

Aquel pobre ser vivió el peor momento viendo la vida de su amada irse entre sus manos, pensó que ese era su castigo por enamorarse de una humana escogida por los dioses así que decidió terminar con su vida de la forma más dolorosa pensando que la encontraría así en la otra vida.

Mil años de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora