taehyung es un estudiante dedicado

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Yoongi parecía más divertido de lo que debería, dedicando una mirada al hombre que descansaba frente a él. Su respirar estaba agitado y apenas se recuperaba de los estímulos que había recibido. El ritmo de su corazón era acelerado y los constantes temblores de sus manos le indicaban que no podía más.

Pero el moreno la pasaba bien siendo irritante y no tenía vergüenza de reflejarlo en sus acciones.

—Qué rápido. —se burló con una sonrisa, tirando el elástico de la ropa interior del otro y soltandolo para escuchar el golpe.

El impacto apenas había resonado, pero la sensible piel del castaño se sacudió bajo las sensaciones. Una semana estresante de exámenes finales tuvo ocupado a este y cuando su pareja le propuso 'liberar tensiones’ prácticamente corrió desde el otro lado de la ciudad hasta su departamento. El cómo terminó atado a una silla y con una venda en los ojos era otra historia.

—Hyung. —se quejó con la garganta seca, culpa de los jadeos que habían salido. Escuchar a su mayor ignorarlo mientras trataba de hablarle le ponía inquieto, pero todo terminaba por contribuir a su pequeño juego.— Yoongi hyung.
 

Las luces estaban prendidas y a pesar de que no era tarde, parecían ser los únicos despiertos por el sepulcral silencio en su edificio. Silencio que era rellenado por los gemidos de Taehyung mientras Yoongi removía su rodilla sobre su erección, sin darle lo que quería totalmente.

Sus muñecas ardían por el forcejeo de intentar liberarse, el cual era frustrado por la habilidad en hacer nudos de Min. En esos momentos maldecía su talento. Se sentía desesperado por llegar al orgasmo y ya había intentado todo. Frotarse contra su novio —ganándose una bofetada que extrañamente colaboró a su erección—, rogar e incluso intentar darle pena. Pero ninguna funcionó y se sentía dolorosamente cerca de su final, sin poder alcanzarlo realmente.

Su pecho se inflaba con su agitada respiración, sus nudillos se habían vuelto blancos por la presión que mantenían y sus piernas temblaban en anticipación, lloriqueando lastimosamente en frustración.

—Por favor. Por favor. —Pidió, sin necesidad de aclararle a su novio.

Min consideró su comportamiento y eligió darle el gusto al más joven, premiándolo por ser bueno para él. Decidió no cesar el estímulo e incluso se acercó a sus labios, apretando el rostro ajeno para que abriera su boca y besándole descuidadamente. El beso era húmedo, desordenado y ahogaba los suaves gemidos de su novio que estaba por llegar a su desesperado objetivo. Le daba mucho gusto ver su cuerpo temblar y sacudirse, perdiendo la cordura al sucumbir a sus deseos.

Taehyung de por sí era caliente, pero un Taehyung quejoso por acabar que rogaba por besos era la perdición de cualquiera.

Supo que había culminado en el momento en que su cuerpo estuvo tieso por unos segundos, pero eso no lo detuvo de seguir removiéndose contra su erección. Sobrecargandolo.

—Hyung… ya no más. —Volvió a rogar, temblando mientras intentaba recuperarse del clímax. El sobreestimulo le ponía los pelos de punta y alargaba el placer dolorosamente, perdiendo la cordura.

Su boca se abrió en un momento que no supo determinar y para cuando quiso fijarse, un pequeño hilo de saliva se le escapaba por el mentón. Su cuerpo se sentía pesado una vez el otro se alejó y su mente divagaba mientras que el nudo era deshecho.

Una laguna en su presencia le nublo y cuando se rescató, estaba sobre el colchón mientras su adorable novio le limpiaba. Se había venido muchas veces sobre su ropa interior, pero esas restricciones le provocaban.

—¿Estamos bien?

—Estaríamos aún mejor si duermiese una siesta conmigo en vez de irse a su estudio. —Contestó con una sonrisa floja, tranquilo.— quizás así pueda perdonar las tendencias sádicas del hyung.

Y a pesar de que a Taehyung también le gustase jugar así, su corazón se llenaba de gusto al observar como su novio seguía cuidandolo a pesar de que habían aclarado palabras seguras por cualquier eventualidad. O como le preguntaba varias veces antes de realizar algo nuevo.

Era su manera tsundere de quererlo, pero podía vivir con eso.

largas noches estrelladas  + taegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora