Me encontraba en el parque esperando a mi novio, los pajaros cantando, las hojas danzando con el viento hasta tocar el suelo, varias parejas tomadas de la mano, un día perfecto sin duda...todo terminó ahí. Empezó en la preparatoria, yo era una exelente alumna y violinista (claro que eso no le importaba a mi familia), tenía pocos amigos, pero los adoraba, eran mi razón de ser. Yo me encontraba caminando hacia mi aula en los pasillos cuando un chico me puso el pie y tropezé haciendo que mis cosas se regaran en el suelo, traté de levantarme pero el chico puso su pie en mi espalda con una fuerza con la que no podía luchar. Entonces el apareció, alto, cabello castaño, ojos café con leche, y una voz sumamente dulce pero autoritaria. -¿No crees que es muy bajo de tu parte molestar a una chica?- De pronto sentí como el pie del otro se quitaba de mi espalda, levanté mi mirada y ahí estaba mi salvador extendiendome su mano con una sonrisa, algo ruborizada y sorprendida la tomé, era tan cálida...en ese momento me enamoré de el, me levanté y le dí las gracias algo apenada -No hay de que- me dijo con una bella sonrisa, yo no pude hacer nada más que ruborizarme aún más. En eso llegan mis amigas y me preguntan si estoy bien, yo aciento con mi cabeza, apenas puedo moverme por el asombro. Nos vamos al aula con nuestros brazos cruzados -No dejaremos que nada te pase- me dicen con una sonrisa. Finalmente entramos al aula.
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Tu me salvaste (+13)
Teen FictionMariet es una chica alegre, pero todo eso cambia cuando...