Parte única

957 107 13
                                    

Algodón de azúcar

Sonreí a la vez que liberaba el aire de mis pulmones en su cuello, lo apreté contra mí enterrando mis dedos en sus caderas mientras mi nariz recorría lentamente su cuello inhalando con fuerza su aroma, guardándolo en mi memoria, ese aroma dulce, suave y reconfortante

-¿estas olfateándome?- pude distinguir la sonrisa en su voz

Asentí con la cabeza mientras continuaba con mi tarea, sus brazos se afianzaron en mi espalda y su trasero se movió sutilmente en mi regazo pues se encontraba sentado a horcajadas sobre mi y estaba matándome –lo hago- Jin soltó una risita suave acariciando mi cabeza con su mejilla, alce la mirada para encontrarme con esas bonitas orbes de color caoba –quiero besarte-

-hazlo- respondió de inmediato con la mirada fija en mis ojos, sus labios dibujaron un esboce de sonrisa antes de que se acurrucara una vez más contra mi besando mi cuello, primero besos cortos, suaves como el aleteo de una mariposa contra mi piel, después vino el húmedo toque de su lengua usándola solo lo suficiente como para causar estragos es mis pantalones

-estas arruinando mi autocontrol- lo escuche reír, una vez más jugaba conmigo pero yo realmente necesitaba mantener el control esta vez, tenía que hacerlo

-ni siquiera estoy tocándote- dijo antes de continuar con los besos en el cuello y las clavículas, esa parte sensible en la que me excitaba y me moría de cosquillas al mismo tiempo

-lo haces con esto- apreté su trasero con mis manos subiendo nuevamente a sus caderas, lo tome de la cintura y lo gire dejando su espalda contra el sofá y mi cuerpo sobre él suspire encontrándome una vez más con sus bonitos ojos felices -¿Qué hay de una sesión de besos y caricias?-

El precioso ladeo su cabeza con curiosidad desviando la mirada a la vez que sus brazos se estiraban tomándome por el cuello acercándome a él – ¿sin sexo?-

Asentí besando su cuello con gentileza

-nunca hemos hecho esto- sus mejillas se ruborizaron suavemente con un tono rosado idéntico al del algodón de azúcar

-siempre hay una primera vez- sonreí contra su cuello separándome para darle un suave beso en los labios –déjame apreciarte, apreciar tu desnudez- solté sacando su camisa de botones dejando un beso en su piel por cada uno de ellos

-sabes Gi me gustan mucho tus ojos, son muy bonitos-

-gracias- continúe con mi trabajo -¿por eso es que siempre los evitas? - reí suavemente arrojando la bonita y fina camisa fuera

-pues si ¿Cómo voy a verlos si en ellos encuentro todo el calor y el frio que necesito?-

Puedo jurar que me derretí internamente al escuchar eso pero en vez de ello continúe besándolo como si no hubiera escuchado lo que dijo, levante su espalda del sofá doblándome para besar sus hombros –tu espalda es muy bonita, muy besable- repartí un montón de besos por aquí y por allá antes de ponerlo de pie frente a mí entonces bese su abdomen un momento para después darle una escaneada de pies a cabeza –eres muy bonito Jin- bese la v que se formaba en sus caderas –y suculento- entonces nalguee su trasero, pequeño pero redondo y firme

La risa tímida y conmovida de Jin se dejó oír una vez más -¿recuerdas cuando dudabas en acercarte porque creías que tenía algo con Nam?-

-claro que lo recuerdo, de haber sabido que era novio de tu hermano menor habrías sido mío desde mucho antes- Lleve mis manos hasta su cremallera, desabroche el botón y la baje, acto seguido tome la orilla de sus vaqueros rasgados y los baje dejando su linda lencería a la vista. Unos preciosos cacheteros en tono rosa con un fijo encaje negro que me encendía por completo

|Algodón de azúcar| SuJinWhere stories live. Discover now