Elección [Two-shot] - Kacchako

Principio del Fin

"Cuando él llegue a mi le ofreceré todo lo que soy"

Respira hondo mientras el agua fría cae sobre su rostro, sus manos no dejan de temblar, el tic-tac del reloj comienza a enloquecerla. Gotas de agua escurren por sus mejillas regordetas para luego caer en la porcelana del lavamanos, ve su reflejo en el espejo y el sentimiento que carga dentro de si sigue siendo el mismo: desprecio.

"Cuando él me llame estaré lista"

Amor, sentimiento complejo que cada vez duda mas que sea tan fácil de crear si a la persona que debe ser dirigido nunca la has visto frente a frente, si amar fuera tan fácil ¿porque le provocaba tanto dolor?. Seca con brusquedad su rostro para luego dejarse caer al suelo, no, cada vez es mas difícil seguir con esto, la telaraña de falsedades que han tejido a su alrededor lentamente comienza a sofocarla, odiaba todo aveces incluso su propia existencia que la destinó a ser participe de algo que nunca pidió ¿solo esa era la razón de su vivir? ¿para unirse a alguien en beneficio de otros menos el suyo?.

"Le ofreceré mi corazón si así lo ordena"

Quiere gritar, soltar todo hasta que su garganta se desgarre y su voz ya no pueda salir. ¿Huir? no tiene el suficiente valor para ello y ni hablar de la salida rápida de la muerte, por mas profunda que sea su desesperación tampoco desea destrozar a sus padres, eso lo vuelve mas difícil querer librarse de todo pero a su vez no querer lastimar a los pocos que la quieren honestamente. Solo busca entender, comprender aunque sea un poco la razón de lo que le tiene atada ¿porque ella? ¿porque creen que ella es "digna" de estar con el joven ahijado de un hombre poderoso? mas que una bendición para ella eso es su sentencia de muerte.

"Mi voluntad fue cedida a él, no tengo elección"

El deseo de poder hace emerger lo peor de las personas, son capaces de todo incluso de matar el espíritu de una persona para volverla parte de un juego burocrático o en palabras mas banales: una simple moneda de cambio. Una vida rodeada de gente dictándole que no podrá amar a nadie mas que a su pareja pre-seleccionada no es vida, al menos no una que valga la pena y por mas que buscó huir de ello ahora la realidad de golpeaba duramente.

"Sin embargo... lo que comienza a dictar mi corazón no es lo que esperaba"

La comunidad donde vivía estaba sumergida en la pobreza, esa unión es lo que necesitan para salir de nuevo a flote ¿sacrificar a una por otros tantos? ese es el precio razonable, lastima que no contaban con un simple detalle: el ave enjaulada podrá no salir nunca pero las aves del exterior podrán seguir llegando a ella y eso fue justo lo que sucedió. ¿Es correcto llamar traición a lo que ella sentía? su salvación venía envuelta en una mirada rubí pero decirlo en voz alta sería su perdición.

"Yo... ya entregué mi corazón a alguien mas. Será mi fin"

Mientras su mente sigue dando vueltas es consciente de que el tiempo se agota, la persona a la que NO debería de amar espera por ella en la otra habitación y su corazón se estruja al pensar que podría ser su ultima vez juntos ¿no podías ser mas cruel, vida? Lentamente se vuelve a poner de pie y camina hasta la puerta, sus ojos comienzan a arder, no, no es capaz de seguir con esto se niega a perder su única pizca de felicidad ¿y porque no decirlo? de cordura también.

Si un solo deseo se le pudiera conceder sería poder existir junto a su amado en un lugar distinto, uno donde su amor no sea un pecado o un acto despreciable. Libertad, solo eso ruega con el pasar de los minutos ¿algún ser divino podría escucharla?.

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—Lo hemos hablado demasiado ¿cual sigue siendo el problema?— preguntó con cierto enojo la mujer de cabellos rojizos que desde hacía tiempo estaba visitando el pequeño hogar de la familia Uraraka.