Hola (Oneshot)

Única parte

24 de abril de algún año no específico.

Katsuki estaba aburrido en casa, la vida se volvía un oscuro pozo profundo, no había ido a visitar a su madre el día de ayer, ella se preocuparía y probablemente iría a verlo la próxima semana, se sentía de una manera que ya había sentido antes, sabía que todos sus ex compañeros de U.A estaban en sus trabajos de héroes y sabia perfectamente que Izuku era el líder de alguna agencia, Katsuki también trabajaba como héroe, pero aunque salvara personas, aún sentía ese vacío.

Ese día en particular se sentía más solo que otras veces, no era un problema, pero esta vez parecía un problema, realmente no le importaba lo que hicieran los demás, sino que sentía como si él no hizo lo que debía hacer, podría haber estado con Deku, pero algunas cosas pasan por una razón.

El rubio siempre sentía el vacío, pero ese día en particular, al ver como en TV salia Deku feliz de su vida y con la noticia de que se comprometería, Katsuki lo sintió, como un golpe bajo, debía suceder en algún momento, entonces al ver su soledad, y pensar en toda su vida hasta ese lugar, Katsuki sabía que debía hacer.

Salió para el centro comercial, necesitaba alimento.

Mientras iba en el camino, pensaba en los pros y contras de la situación, porque era mala idea y porque era buena. Algunos ciudadanos le saludaron y él intento regresarlos.

Al llegar ya sabia que debía comprar mucho alimento, como si fuese a hacer una cena grande, también fue a una farmacia, necesitaba pastillas para dormir porque a veces el insomnio no lo dejaba estar tranquilo.

Y al terminar sus compras, se encontró a Todoroki pagando también.

—Hey Bakugou ¿cómo has estado?— saludó Todoroki.

—Todo tranquilo— respondió Katsuki sin expresión.

Probablemente no se veían desde la boda de Todoroki. Que fue hace dos años.

—Me alegro, se ve que te va bien— habló Todoroki.

Se refería a tanta comida.

Katsuki río por ello, pero no porque fuese gracioso, solo porque era irónico.

—Si, bueno, creo que debería irme— el rubio dijo tomando sus bolsas.

—Si claro, no vayas a llegar tarde, yo también tengo que irme, nos vemos— Todoroki dijo muy rápido.

Ya que Katsuki estaba casi escapando del otro.

Cuando por fin regreso a su pequeño apartamento, acomodó todos los alimentos, mientras pensaba en lo que Todoroki había pensado, ¿cómo podía pensar que Katsuki tenía familia? Era un pensamiento retorcido, pero no tan retorcido como lo que haría.

Sacó sus pastillas para dormir y las miró por unos segundos.

Después de pensar en todos los pros y contras, encontró que había más pros que contras, así que estaría bien, nada malo pasaría. Incluso haría un favor.

Decidió ir a su habitación y buscar su exacto que tenía desde hace un tiempo, a veces hacia cortes en la pared como si estuviese en la cárcel, pero esta vez seria diferente.

Cuando lo encontró, respiró profundo y salió de regreso por las pastillas para dormir.

Tomó una y la trago así, sin agua, se sentó en su cama e hizo lo que debía hacer, porque estaba aburrido y su mente se sentía demasiado en paz. Corto sus muñecas y la sangre comenzó a salir, realmente se veía retorcido.

Morir era la única opción que el rubio vio más apropiada para su vida, nadie le recordaría y su madre le agradecería por siempre. Todo se volvió negro y sintió como flotaba, como en una nube.