¡El Nerd Es Mi Mate!

Capitulo 35

Neitan

Hago que me mire y Dios...

Tiene la mirada más sexi y lascivia que he visto en todos mis años de puberto y miren que se los digo yo, un adolescente semi caliente.

Pero creo yo que no es momento de tener estos pensamientos, Alice definitivamente no está bien.

—Alice ¿Qué tienes? ¿Por que estás ardiendo en fiebre?

—Neitan, por... Por favor sal de aquí... Yo...

—¿Como te puedo dejar así nada más? Alice te ves potencialmente mal y estás ardiendo, dime qué puedo hacer por ti...

...

Alguna vez escuché a una chica decir que nosotros los chicos, las criaturas del señor, puras que somos siempre pensábamos en sexo y pues ahora estoy tirado en una alfombra con una chica sumamente caliente encima mío.

¿Qué puedo hacer si ella se abalanza sobre mi de esta forma?
¡A ver mujeres, díganmelo!

Ok, último intento.

—Alice creo que estás encima de mi.

—Oh ¿de verdad? Dime algo que no sepa

—Durante la guerra estados unidos al hacer conteos de sus militares, cuando no faltaba ninguno anotaban en la pizarra 0 killers y de ahí viene la palabra Ok.

—Neitan

—Digame

—De verdad eres un nerd

—Muchas gracias, es un halago para mi que tú, oh diosa del Olimpo se haya fijado en un nerd insignificante y mortal como yo.

—Eso ¿Es todo lo que dirás?

—Si y bueno, me das permiso, porque creo que estás aplastando de una forma no apta para menores de 18 mi entrepierna.

—Por suerte no eres un menor.

—Pero la aplastas de forma no apta y..

Alice toma mis mejillas entre sus manos y me besa me gustaría decir que este beso es tranquilo y tierno pero es muy muy subido de tono, sus labios son tan suaves y sus manos tocando mis mejillas son tan calidas.

Oh Dios perdona mis pecados.

—Alice, por favor, si sigues así no podré controlarme.

—No lo intentes

Está mujer me va a volver loco el roce de ella contra mi es demasiado para mí cordura.

Tomo las caderas de Alice y la acerco más a mi, me siento en la alfombra con ella encima, rodea mi cuello con sus brazos, aprovecho esta acción y me pongo de pie mientras la sostengo , ahora está completamente sujeta  a mi rodeando con sus piernas mí cintura.

Es inexplicable lo que provoca su roce es como si fuera tan necesario, anhelante y fugaz.

Alice

Neitan se ha puesto de pie y lo único que quiero es seguir explorando su boca con mi lengua, el ardor que sentía por todo mi cuerpo hace unos momentos baja y sube considerablemente con el toque de sus manos, son pequeñas punzadas de ansiedad tomándome por completo.

—Neitan, por favor...

Da un ligero beso en mi cuello y es suficiente para liberar los gemidos contenidos en mi ser.

Mi espalda está recargada contra la pared y Neitan se encarga de depositar besos por todo mi cuello, en las clavículas y parte del pecho.

Pero esto es muy suave para mi, de alguna forma no sacia todo este manojo de lujuria en la que me he convertido.