Soy autodestructiva con espíritu constructivo - Stand by me
La chica con la personalidad más inestable en el mundo se enamoró del chico más pendejo del planeta.
Una mala combinación de amor, pero con un agridulce deseo de querer más.
Un par de desconocidos, que unen sus almas en miradas y encienden el deseo en ellos, que aumentan de manera descontrolada a cada paso que dan.
Quizás no estuvieron destinados a estar juntos y ni siquiera intentarlo, ella tuvo su oportunidad y en una mala maniobra de querer acercarse a su fogoso ser, lo perdió de la forma más idiota.
Él no hizo más que unas preguntas anónimas, ese fue su gran intento de acercamiento, su nerviosismo le ganó y sus ganas de tirársela encima y amarle eran descontroladas, por eso se fue y trato de buscar a alguien que se pareciera a ella, quizás la encontró, pero nadie se compara en su extrovertida forma de ser.
Sus miradas se cruzan siempre, y esa chispa aún no quiere morir, ni uno de los dos quiere dejar su orgullo, ella no quiere aceptar su intento fallido de darle celos, él no quiere aceptar que no fue la mejor manera de intentar un acercamiento.
Sus miradas disimuladas acrecentaban la pasión de querer conocerse, nadie nunca sabrá que si no hubiera sido por el deseo de conocerse no hubieran resultado tan dañados, claro más que ellos.
Sus almas retorcidas tratan de odiarse, pero se aman con más intensidad, quieren alejarse, pero se unen en la necesidad, tendrían un problema menos si tan solo no se hubieran conocido, o quizás enamorado.