Aquella bonita historia... (Skuad)

Te lo prometo

Cuando el chico empezó a reírse y a mirar mis zapatillas de casa, no pude evitar sonrojarme y enfadarme con el, por ser tan poco discreto.

Duna: podrías pararte de reír? no he salido de casa así por gusto

chico: lo siento, perdona, no me e podido fijar. (hablaba entre carcajada), te gusta Rick y Morty?

Duna: por supuesto, si no, no llevaría estas zapatillas

El chico se empezó a reír mas, parecía que le había contado el mejor chiste del mundo, pero no era así, se estaba riendo de mis zapatillas, de mi serie favorita. No pude evitarlo, y le grite.

Duna.¡ quieres dejar de reírte, no te cansas!

El chico empezó a darse cuenta de la situación, y dejo de reírse.

Duna: sabes que? tengo mejores cosas que hacer, que estar perdiendo el tiempo contigo.

Me di media vuelta, y recorrí 4 metros contados, hasta que me paré y mire la hora, ya era tarde, el sol ya se estaba escondiendo, y peor aún, no sabia como volver. En ese momento aquel desconocido se acerco y me pregunto por mi nombre, el cual yo no respondí.

chico:perdona, eres nuevas verdad? nunca te había visto, como te llamas?

Palabras a las cuales yo no respondí, pelo él seguía insistiendo, y cedí a responder.

chico: por favor, como te llamas?

Duna: mi nombre es Duna (lo dije en un suspiro de cansada)

chico:guau, nunca escuche un nombre así. Encantado, yo soy Daniel

Duna: pues vale, encantada Daniel (dije con sarcasmo), sinceramente, me quiero marchar a mi casa lo antes posible.

Daniel: pues si quiere te llevo en mi coche

Duna. no gracias, no me monto en coches de desconocidos(dije una una sonrisa falsa)

Daniel: pero es tarde y apuesto que no sabes como volver (contesto mirándome y sonriendo de una manera pícara)

Duna: esta bien, pero vamos rápido

Accedí a que me llevara, y me pregunto sobre la localización de mi casa, cuando le respondí, se quedo perplejo y me dijo que el vivía justamente al lado. En ese momento me di cuenta de que él era Tarifa, aquel chico que tanto  hablaba  Sara.

Duna: ya decía yo que me sonabas de algo! tu y la casa! eres Tarifa

Daniel: jaja, nunca alguien había tardado tanto sobre mi identidad

Después de una larga charla es su coche, llegamos ambos a casa y sinceramente, al principio dije que no quería verle, pues...ahora no quiero bajarme de su coche. No me fijé en él por ser famoso, si no por sus chistes y como me contaba anécdotas de manera muy graciosa, a la cual no podía evitarme reír como nunca.

Me baje del coche, y las ultimas palabras que escuche de el en ese día fueron:

Daniel: prométeme que volveremos a vernos, aunque sea por casualidad

yo le respondí:

TE LO PROMETO.

A partir de ese momento empece a vivir una nueva historia.