Casi nos descubren

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Seto abrió los ojos por la sorpresa de la noticia, no se lo esperaba y yo tampoco tenía planeado decirle ahorita. Tal vez en unos cuantos años más.

- Ya estoy harto de estos cuentos del pasado, _____ vamonos - empezó a caminar hacia la salida.
- Kaiba, tal vez ahora no creas en el destino, pero antes de que organizes el torneo tendrás que enfrentar tu pasado - lo llamó Ishizu
- Sabes, una vez leí eso en una galleta de la fortuna y voy a organizar el torneo - respondió Seto mientras tomaba mi mano
- Muchas Gracias - agradeció Ishizu
- Pero no creas que voy a hacerlo por tus cuentos de hadas y trucos mentales de hechicera, quiero reclamar mi título como el duelista número uno.

Salimos del museo y volvimos a la limusina. Seto no dejaba de ver la carta de Obelisco, mientras que yo tenía los ojos cerrados y acariciaba mi cien con mis dedos. No podía creer que todo lo que esa tumba tiene sea cierto, pensé que eran cuentos de hadas y nunca termine de leerlos.

- Se lo dije, todo lo que hay en esa tumba es de suma importancia

La voz del Mago se hizo presente en mi cabeza y tenía razón, él siempre me decía que libros leer para entender mejor. Pero me parecía una exageración.

- ¿Enserio crees las tonterías de Ishizu? - me pregunto
- Tengo mis razones para creerle Seto - respondí
- ¿Y qué es esa historia demasiado larga y aburrida para mí? - pregunto
- No me creerías, ni aunque yo misma te lo mostrará - le respondí - lo único que tienes que saber es que todo lo que Ishizu dijo sobre ambos es cierto¿Okey?
- Tonterías
- Piensa lo que quieras

Con la conversación terminada, pude relajarme un poco más en el asiento. Necesitaba dormir y volver a la tumba para encontrar más información acerca de los Dioses Egipcios. Pero ahora no tengo la fuerza necesaria para eso.

Llegamos a la mansión Kaiba aunque realmente yo quería ir a mi casa, pero como mis papás están en uno de sus tantos viajes de trabajo me tengo que quedar con Seto.

- Ya deja esa cara - me dijo en cuanto entramos a la mansión
- No puedo, mi mente está llena de información que no estaba lista para asimilar aun
- Sabes tengo una mejor idea, porque no mejor te concentras en tu novio que va a ser el duelista número uno.

Tomo mis manos y entrelazarlas con las suyas, estos eran los momentos que uno más llega a apreciar si estas con Seto, no es una persona que demuestre su amor muy a menudo. Pero cuando lo hace les puedo asegurar que es sincero.

- No estoy segura de esa carta tampoco - confesé
- Confía en mí, además debemos recuperar tu Dragón alado de Ra
- Seto te conozco lo suficiente como para saber que te quedaras con esa carta, independientemente si es mía
- A ti nada se te puede ocultar - soltó una de mis manos para rodear mi cintura con la suya
- No tendrias por que hacerlo

Seto junto nuestros labios en un reconfortante beso, sus finos labios encajaban perfectamente con los míos y eso hacía que cada beso fuera perfecto a su manera. Seto tomo con sus dos manos mi cintura y me pego a su cuerpo. 

- Alto ahí tigre - me aleje lentamente
- Vamos, despues de hoy no tendré tiempo organizando el torneo - se cruzó de brazos
- Olvídalo - respondí - esos trucos ya no sirven y por lo mismo debes dormir como un oso
- No lo creo
- sí bueno, no tienes opción que digamos - me encogí de hombros - me prestas una playera, necesito algo cómodo para dormir
- Puedes dormir sin ropa - sonrio picaramente
- Eres necio - camina hacia su guardarropa

Ciudad Batallas (Seto Kaiba y tu) ADAPTACIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora