Hoy es un nuevo día y apenas son las nueve de la mañana.
Creó que estoy un poco más nerviosa que ayer porque hoy iré sola a la escuela, y ayer tan solo fue como un día de prueba hoy si ya creo que empiezan las clases continúas.
Me encanta poder llevar el nuevo uniforme.
Mi segundo día de clases estoy un poco nerviosa pero la verdad estoy fascinada de todo.
La chica de ayer se sentó a lado mío la verdad sigo pensando lo mismo es muy amable conmigo creó qué seremos muy buenas amigas.
Empezaron las clases la primer clase que tuvimos fue Español y como siempre nos presentamos en frente de todos, me hacer eso siento que sabes un poco de cada persona o lo más básico como su nombre y su edad.
Era mi turno y fue algo complejo por qué sientes todas las miradas en especial el de un chico que está hasta el fondo, pude sentir lo pesada que estaba su mirada.
Era algo raro que la gente me tomara atención pero el lo hizo y los demás como si yo fuera un "x".
- Di tu nombre - dijo la maestra con una pequeña risa
- Soy Dylan Lewis Thompson, tengo 15 años.
Pude notar que una chica se rió por mi nombre pero que más da no la conozco.
Las clases transcurren normal clase de matemáticas lo básico de formula ganeral y así la primera clase.
Clase de química pura teoría.
Clase de arte solo nos presentamos y era lo mismo.
Creo que fue normal mi dia.
- Hola - escucho decir a alguien detrás de mí.
Volteo y para mí sorpresa es el chico de la mirada penetrante.
- Amm, hola - dije un poco sacada de onda.
- jajaja, hola de nuevo soy Brandon, voy en tu salón - dijo el y termino con una sonrisa.
El chico es lindo cabello negro alisado, alto, de ojos color cafés claros y con una sonrisa cautivadora.
- Sí, me di cuenta - dije devolviendole la sonrisa.
- jaja bueno te veo mañana, chica de cabello chino - dijo el y se despidió con un apretón de manos y salió corriendo por donde supongo iba.
Ni me dejó decirle adiós.
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Mi letra favorita es la "E"
Teen FictionMi letra favorita. Esa encantadora letra me recuerda a tí, aún recuerdo aquel día donde me miraste un fijándote en mi cabello, no sabía ni que gestó hacer por qué el brillo de tus ojos me tenía completamente enloquecida.