CAPÍTULO 1

314 98 76
                                    

- INTRO -

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- INTRO -

Narrador

—Por favor, cuéntame la historia una vez más.

—Monse, ya es muy tarde y te pasaste la hora de dormir.

—Por favor —insistió a su padre.

Frederick apagó la lámpara, dio media vuelta para salir de la habitación, pero se detuvo porque Monse le estaba agarrando de la mano.

—Por favor; prometo que será la última vez.

—Lo mismo me dijiste hace un par de días —respondió mientras se acercaba a Monse. —Espero que esta vez cumplas tu promesa.

Monse asentó con la cabeza.

—Está bien, pero no le digas a mamá, no le agrada mucho que hablemos sobre esta historia.

—Guardaré el secreto como un tesoro.

Frederick sonrió, se sentó a los pies de la cama y comenzó a narrar.

—Pasó hace muchos años, la gente se preguntaba si sería el fin.

》El caos, la masacre.
Millones de personas murieron a causa de los misiles, aquellas que quedaron vivas no resistieron a la radiación tras la explosión y las personas que sobrevivieron lo hicieron ocultándose en búnkers.

Estos tenían la capacidad de albergar personas, protegiéndolos de la radiación; sin embargo, tras meses de silencio comenzaron a ser atacados.

¿Humanos? ¿Moustros?

Parecía que la radiación había afectado a los que sobrevivieron afuera de los bunkers. Las personas enfermaban y mutaban. Perdían la memoria, convirtiendolos en criaturas peligrosas y salvajes.

Había treinta y dos búnkers en todo el mundo; estos se mantenían en comunicación unos a otros; en su interior se encontraban presidentes, celebridades, millonarios y el futuro del mundo: "jóvenes seleccionados con buenos rasgos y conocimientos avanzados para repoblar la tierra".

Diez bunkers no resistieron a las explosiones, dos tuvieron fallos, quedando sin energía o sin recursos los primeros días y nueve fueron atacados por las criaturas.

Quedaron trece, de los cuales ocho perdieron comunicación, posiblemente atacados.
La gente comenzó a asustarse; no sabían que eran las criaturas que atacaban los búnkers y tampoco sabían si serían las próximas.

Con el paso del tiempo, comenzó a faltar recursos; redujeron la cantidad de comida diaria al igual que el agua.
Comenzaron a crear nuevas reglas, como la prohibición de relaciones íntimas entre personas.

Y la pena por esto era la muerte.
¿Por qué?
No había alimentos, no había espacio.
¿Cuál era el problema?

Un "hijo"

Endlessly ➀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora