Lara, Lara Mcgraw

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Mis ojos no podían creer lo que veían y es que esto no podía ser verdad, no era absurdo. Seguro se trataba de una mentira muy bien planeada, esas fotos habían sido manipuladas o debían de ser de hace tiempo, Deborah no era capaz de hacerme esto a mi.

Jamas lo haría, ella me amaba.

Las lágrimas empezaron a caer poco a poco de mis ojos hasta que vi borroso aquellas fotografías de Deborah con un chico, su amante, su novio, según decía el mensaje que había recibido de un número desconocido.

Pensé en bloquear el numero y fingir que eso nunca había ocurrido, después de todo, seguro que era mentira, pero como si la persona que me había enviado aquellas fotos leyera mi mente, me envió otro mensaje.

*No me crees, ¿Verdad? no importa, puedo demostrarlo, en una hora Deborah se vera con ese chico en el parque Clinton el que esta cerca de su casa.*

Después de eso, no aguante mas y la bloquee, pero ya era demasiado tarde, la semilla de la duda se había sembrado en lo mas profundo de mi mente.

Tome mi abrigo, un paraguas y me dirigí hacia el parque Clinton esperando por primera vez no encontrarme con Deborah.

Llegue al parque en cuarenta minutos y me escondí detrás de un arbusto, mientras miraba en dirección del camino que llevaba a la casa de ella.

Pasaron menos de diez minutos y sentí que mi corazón se detenía cuando vi a un chico acercarse al parque Clinton, y comprobé con horror que se trataba del chico de las fotografías. Había algún error aquí, seguramente aquel tipo acosaba a Deborah, aun había esperanza, ella no se presentaría en aquel parque.

Después de un rato me puse de pie, cansada de todo esto, ¿Que hacia yo ahí? Deborah me queria a mi y solo a mi, ¿y como le pagaba yo? haciendole caso a un desconocido y desconfiando de ella.

Estaba en mis pensamientos cuando de repente ocurrió, podria decir que todo fue en camara lenta y describir el momento exacto en que mi corazón se rompia y sus pedazos se clavaban en lo mas profundo de mi alma, vi a Deborah acercarse casi corriendo para abrazar y besar a alguien que no era yo.

Me senti furiosa tenia ganas de ir ahi y enfrentarlos, gritar y llorar, pero como la cobarde que soy solo me eche a correr, escuche la voz sorprendida de Deborah llamarme, pero no me detuve y ella tampoco hizo el intento de seguirme, lo cual me hizo sentir un dolor aun mas grande.

Llegue a mi casa sintiendome miserable, apenas las sobras de un perro que rebusca en la basura, me sente en suelo, recargandome en el sillon, mientras las lagrimas caian a borbotones de mis ojos

Me queria morir, queria regresar el tiempo, me sentia rota y destrozada, tanto que hubiera deseado nunca conocer a Deborah, o al menos no darme cuenta de que habia alguien mas, rei y llore sintiendome una estupida y lo era, deseaba ansiadamente volver a mi fantasia donde Deborah me amaba solo a mi, en la que solo yo era especial para ella, me acurruque en mi alfombra y llore hasta que mis ojos se cerraron soñando que todo era una mala pesadilla y al despertar, estaria Deborah abrazandome.

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Desperte cuando el timbre sonaba desesperadamente, me pare y me dirigi hacia la puerta, sin ser muy consciente de lo que estaba haciendo, mis ojos estaban hichados por el llanto y me dolia la cabeza. Abri la puerta y me senti desmayar cuando vi a Deborah.

—¿Que haces aqui?— La mire con resentimiento.

—Lara, cariño, dejame explicarte—Dijo ella mientras me miraba con arrepentimiento.

—¿Que?¿Quieres contarme su hermosa y bella historia de amor?— Dije con sarcasmo.

Deborah bajo la mirada, aparentemente avergonzada de su actitud, me dieron ganas de golpearme cuando me senti culpable por ser la causante de eso.

—Yo realmente lo siento, no queria que las cosas sucedieran asi, pero no planee todo esto, yo no pedi conocerlo, queria, no, mejor dicho pensaba decirtelo, pero no sabia como y yo...—Murmuro Deborah

—Largate de aqui, no me interesa saber como lo conociste, ni que tan especial es el, solo vete y no vuelvas nunca, porque para mi hubiera sido mejor no conocerte.— La mire furiosa, con un nudo en la garganta pero no iba a darle el lujo de verme llorar por ella.

—Lo siento— Dijo una ultima vez Deborah con los ojos cristalinos, despues de eso dio la media vuelta, yo cerre la puerta pero la vi marcharse por la ventana y con ella todos mis sueños.

Lara McGrawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora