La solución.

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Quisiera decir que después de terminar con Deborah seguí con mi vida como si nada hubiera pasado y me fui de fiesta para celebrar mi mas reciente libertad, pero no, tan solo había pasado una semana sin ver a Deborah y me sentía vacía, con el corazon roto y nauseas constantes.

—Ya no se que hacer— Dije a mi mejor amigo Oleg—Apenas ha pasado una semana y la extraño como una loca, imaginate que pasara después de un mes, quizá pierda la cabeza y a ella no le importa en lo absoluto,¿por qué? porque tiene a ese estúpido niño bonito.—

—Basta, deja la autocompasión para alguien mas, dentro de un mes ni te acordaras de haber conocido a Deborah—

—Para ti es facil decirlo, tu superas todo con mayor facilidad que yo— Murmuré mientras me aventaba lastimosamente en el sillón.

—A ver, yo entiendo que terminar una relación de meses puede ser difícil de superar pero no imposible, solo necesitas hacer algo para marcar el fin de su amor, por ejemplo muchas personas queman las cartas y los obsequios, pero, ¿recuerdas lo que hice yo con Marck?—

—Por supuesto, fuiste a su casa rompiste las ventanas de su auto y estuviste a punto matar a su gato—Sonreí al recordar la escena

—No iba a matar al gato, es solo que ese maldito bicho se me aventó, desde el comienzo me odio, aunque puede que haya sido porque le pise la cola la primera vez que fui a casa de Marck— Olag se había perdido en sus pensamientos recordando al gato de su ex novio.

—Bueno, ve al grano—

—Tu deberías hacer lo mismo que yo.—

—¿Ir a la casa de Deborah y tratar de matar a su mascota?—

—No, no, no, bueno si quieres si, lo que trato de decir que deberías encontrar el modo de cerrar esa historia, ya sea quemando sus cartas o vengandote de ella.— Comento Oleg.

Después de eso Oleg se tuvo que ir a su trabajo, el mismo trabajo al que yo deberia ir pero como estaba triste había tomado las vacaciones que me venian ofreciendo desde el mes pasado.

Sin embargo Oleg ya me había dado una propuesta, no obstante, ¿realmente seria capaz de vengarme de Deborah por traicionarme? no, yo aun la amaba profundamente, pero por otro lado cada vez que pensaba en ella con ese estúpido, se me revolvía el estómago, en estos últimos siete días había estado teniendo sueños en los que ellos dos estaban juntos, en unos estaban felices, mientras que en otros el la estaba maltratando, debo admitir que eso había generado cierta preocupación, quizá, el era un maldito cerdo, machista y opresor, con esa idea en mente, revuelto con el consejo de Oleg, me quede dormida otra vez.

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No estaba segura de lo que estaba haciendo, de si era lo correcto y dudaba que fuera algo sano, pero yo ya no podía mas con la incertidumbre.

Me metí al perfil de Facebook de Deborah, dispuesta a averiguar quien era la persona con la que ella salia ahora, sentí un pincho en el corazón cuando vi que había actualizado su situación sentimental, ya que conmigo jamas había hecho publica nuestra relación, enfrente a sus padres éramos solamente amigas y jamas quiso conocer a los míos, en cambio con el demostraba abiertamente que lo quería, de repente su perfil estaba lleno de fotos de ellos dos, trate de concentrarme en lo que estaba haciendo, después de todo, Deborah estaba facilitandome mi trabajo.

Pronto descubrí que aquel chico se llamaba Dallas, era un año mas grande que Deborah y yo, además trabajaba en un café o al menos en una foto llevaba un uniforme de dicha cafetería. Después de buscar la dirección de dicho café, que para colmo estaba relativamente cerca de mi casa.

Tome mis cosas y salí rápidamente de mi hogar, para después tomar un taxi y dirigirme hacia el café en el que él trabajaba.

Llegue en menos de 15 minutos, el lugar era agradable y para disgusto mío en alguna ocasión Deborah y yo nos habíamos visto aquí cuando empezábamos a conocernos.

Me senté en una mesa y de inmediato se acerco el innombrable, mas alto de lo que creí, castaño, de cabello rizado, con una gran sonrisa que dejaba ver dos hoyuelos y una nariz llena de pecas.

—¿En qué puedo servirte?— Preguntó Dallas mirándome amablemente.

—Quiero un capuchino y un pay de queso— Dije un tanto borde.

El borro su sonrisa al escuchar mi tono, pero se dio vuelta para traer mi orden. Lo observe a la distancia, mientras atendía mesas y sonreía a los clientes, si no supiera quien es, debo admitir que pensaría que es simpático, me sentí avergonzada, cuando el se dio cuenta de que lo observaba y me sonrió amablemente a la distancia.

termine mi pay y mi café y pague la cuenta, ahora que se donde trabaja debo pensar en un plan, abrí la puerta, dispuesta a salir de ahí antes de que cometiera una estupidez, cuando de repente note un anuncio en la puerta, mi cabeza empezo a trabajar, estaban solicitando personal, esa podía ser una buena idea para saber que tipo de chico era Dallas, me ganaría su confianza, me adentraria en lo mas profundo de sus pensamientos y lo haría trizas, destruiría su relación con Deborah si era necesario con tal de que ella estuviera bien.

Una voz interrumpió mis pensamientos y se escucharon unos pasos caminando apresuradamente, casi corriendo.

—Hey amiga, se te olvido tu celular,— Era Dallas, que sostenía mi celular.

—Gracias, —Dije tomando mi celular y sonriendole intentando ser amable.—Lei un anuncio que dice que estas buscando personal.

—Si, ¿Te interesa?— Pregunto Dallas con una enorme sonrisa que remarcaba sus hoyuelos.

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⏰ Última actualización: Dec 08, 2019 ⏰

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Lara McGrawDonde viven las historias. Descúbrelo ahora