Ámame.

12:15am: El primer encuentro sin encontrarnos.

Solo un idiota camina por las calles a estas horas de la noche, es lógico que a mi se me olvidaran las llaves en el trabajo, eres grande Taehyung.- Se dijo a sí mismo.

Siendo las 11:45pm Taehyung se encontraba caminando hacia la casa de sus padres a unas cuantas calles de donde se encontraba su casa, era invierno, nevaba con tranquilidad y el viento a pesar de dar ese toque helado a la noche, no era demasiado fuerte como para causarle dolor en el rostro, más bien le daba un leve color cobrizo a sus mejillas, sin mencionar su ya nariz roja, vestía un abrigo color beige, zapatos negros, pantalón de mezclilla y una playera blanca con un empastado bastante peculiar, pues era la cara de su gato.

Que se le hayan olvidado las llaves en el trabajo era comprensible, lo habían ascendido en la empresa, tendría un nuevo jefe y ellos dos trabajarían juntos de ahora en adelante, el admiraba a su anterior jefe ¿qué había de malo en Jiyong? Aparte de las drogas y que los hayan encontrado teniendo sexo, no con él, sino con Yoona; su secretaria, en fin, no era para tanto, bueno tener relaciones sexuales en el elevador y luego en su oficina no es de otro mundo. 

-No quiero un nuevo jefe, y quiero otro tonto abrigo.- pensaba.

¿Y sabes qué es lo mejor de todo? Las llaves del carro están junto con las llaves de tu casa, genio, un aplauso a Taehyung, el ser humano más idiota de la galaxia.- grito esta vez

Pensé que habíamos superado esa fase de tu vida cariño.- Dijo su madre riendo débilmente.

Ya lo sabes mamá, tu hijo es todo un prodigio.- Señaló mientras la envolvía en un abrazo y comenzaban la pequeña y cálida caminata hacia la casa.

Madre e hijo caminaban con un ligero vaivén, su madre Myeong-suk le acariciaba levemente la espalda en forma de círculos, en cambio este sostenía el hombro de su madre acercándolo a él. Era una especie de ritual que ambos tenían desde que Taehyung era pequeño, los hacía sentir más unidos, amados y cercanos. 

A pesar de lo feliz que Taehyung era al lado de su madre, no podía dejar de pensar en que tendría un nuevo jefe, alguien completamente desconocido, no habían ni rumores sobre él, no le dieron ni el nombre para investigarlo un poco, Taehyung estaba teniendo una especie de crisis por dentro, logrando que una mueca de disgusto apareciera en su cara, su madre al verlo rió por lo bajo. 

-¿qué le pasa a mi sonriente niño? Parece que comiste algo podrido Tae. -  Le preguntó.

-Nada se te escapa mamá. Pues con la novedad de que a tu niño le asignaron un nuevo jefe justo después de ascenderlo, ¿Puedes creerlo?- Le respondió completamente serio

-No encuentro lo malo en eso cariño, o es que el frío te congelo el cerebro y ya no piensas bien- Se burló su madre.

Para Taehyung no era extraño que su madre le hablara así, su relación no era vista dentro de lo "normal", ellos eran más que madre e hijo, eran amigos, confidentes, compañeros, aliados; eran inseparables. Constantemente Myeong-suk bromeaba con su hijo sobre las cosas que para él eran trágicas, Myeong-suk sabía que su pequeño era todo un caso y que en donde los demás podían ver una sola entrada, Taehyung veía múltiples caminos, por eso los mínimos inconvenientes para Taehyung eran el huracán que le arrancaba oportunidades que previamente ya había planeado.

-Si no entramos a la casa ahora mismo, no solo se me congelaran los sesos, verás morir a tu único hijo en tus brazos- Contestó mientras la envolvía en un abrazo. Sin darse cuenta estaban justo frente a la entrada de la casa donde vivía Myeong-suk con Jiseok, su padre.

Entraron juntos a la casa Myeong-suk primero, cuando Taehyung estaba dejando sus zapatos en la entrada, un perrito blanco peludo salto a saludarlo junto con Jiseok, su padre. Taehyung abrazo al perrito y después a su papá, sin dejar de darle caricias al cachorro, se preguntaba si sus padres lo habían adoptado, si se lo habían dejado a su cuidado o tal vez era un regalo para él, sonrió al pensar en lo último y antes de que pudiera decir algo su padre habló.

-Parece que Minso se lleva bien con los desconocidos- Rió Jiseok.

-¿Cuándo lo adoptaron?- Preguntó Taehyung confundido.

-No es nuestro hijo, hace un par de semanas se mudo un joven cerca del vecindario y nos lo encargó, bueno en realidad se lo encargó a tu madre estos días.

-Así que cuidas el perro de un extraño mamá- gritó Taehyung, caminando hacia la sala, se sentó en el suelo para seguir acariciando a Minso. -Papá, me ascendieron en el trabajó- Comentó.

Jiseok le dió unas palmadas en la espalda y felicito a su hijo con una alegría evidente.

-Ahora, mamá ¿Por qué cuidas al perro de un extraño, acaso no ves las noticias?- 

-Veo más noticias de las que tú ves Tae, solo le hago un favor al joven, la verdad no sé si vive cerca, el perrito llegó corriendo y su dueño venía justo detrás de él, parecía apurado, agarré a Minso y se lo entregué, le pregunté si podía ayudarlo en algo y me dijo que su vuelo salía en una hora y Minso no quería quedarse en ningún lugar. Ofrecí a cuidárselo y aceptó. No es gran cosa cariño, solo estoy ayudando a alguien.- Terminó de relatar Myeong-suk.

Taehyung rodó los ojos, conocía a su madre, y hacía ese tipo de cosas cada que tenía la oportunidad, para él y para su padre no era nuevo ver a Myeong-suk ayudar a completos desconocidos, Taehyung, volteó a ver a su padre y solo recibió una mirada que perfectamente sabía que significaba "Así es tu mamá". Taehyung admiraba el amor que su padre le tenía a su madre, su paciencia, su valor, amaba a sus padres y amaba verlos amarse.

-¿Tan siquiera sabes el nombre del dueño mamá? Podría ser un ratero de perros y en realidad estás siendo su complice en vez de su ayuda.

Myeong-suk y Jiseok rieron fuerte ante el comentario de su hijo, -Claro que se su nombre, Jungkook, así se llama, volverá por Minso después de este fin de semana, puedes quedarte tranquilo, ya que olvidaste tus llaves en el trabajo seguro se encontrarán.-

Taehyung continuo acariciando a Minso mientras su padre acompañaba a su madre que al llegar a casa se metió a la cocina para prepararle algo a Taehyung, la noche pasó y Taehyung no dejaba de pensar en el dueño del perro que había confiado en alguien que no conocía y en su nuevo jefe, solo esperaba que el fin de semana no se acabara nunca.