#3: No debe volver a repetirse

33 2 0
                                    

Ciara

Mi rostro debe estar hecho un desastre, he llorado todo el día, porque terminé con Dylan y en parte por lo que pasó con Ross, nunca había sollozado por eso, pero me tiene muy preocupada, yo no quería eso, pareció algo raro, me gustó, aunque no me lo esperé nunca, solo pensé que quería ser entrenado. Y me tienes más mal lo de mi ex-novio, fue él el que me terminó.

Y me sentí mal cuando me lo dijo, porque me estaba engañando y me dolió mucho, demasiado. Y eso me sorprende.

—¿Ciara?¿Eres tú?—¿Ross?¿Qué hace él aquí?—¡¿Ciara?!

Estoy llorando, así que se da cuenta enseguida dónde estoy. Me ve llorando y se sienta a mi lado, abrazándome por los hombros, no me gusta, en este momento, siento miedo, nervios, no quería que hiciera eso conmigo, claro que no. ¿Cómo es que ha entrado en mi casa, eh?

—¿Qué pasa Ciara?¿Por qué estás llorando?—me pregunta mirándome a los ojos, no, por favor, no quiero volver a meterme con él y mucho menos caer en sus encantos—Ciara, dime qué te ocurre. Si no, no podré ayudarte.

—¡Fuera! No quiero volverte a ver en mi vida, ni a tí, ni a Dylan ni a tus hermanos—digo señalando la puerta, tiro unos libros que habían sobre mi cama a la cara de Ross, estuve a punto de golpearlo.

Luego, trato de pegarle con todos los objetos que encuentro en mi habitación, celular, ordenador, bolsos, no sé cómo ahora no puedo pegarle un tiro en la cabeza. Hace un movimiento algo raro, hasta alcanzar mis manos y atarlas con las suyas, estamos unidos por nuestras manos, quiero zafarme, quiero matarlo y sé que soy capaz de hacerlo.

—¡Ciara, detente!—exclama cerrando sus ojos y por una vez en mi vida me doy cuenta de lo que estoy haciendo.

Quiero matarlo, tengo adrenalina de más en mi cuerpo y no puedo descargarla. Necesito hacer algo que me guste, correr a toda velocidad a las afueras de Littleton, ya ni lo sé. Solo quiero borrar esos recuerdos de mi mente. ¡Yo tuve que matar a mi hermano!¡Tuve que hacerlo! Y ese es mi trauma, no pude protegerlo, ser una mafiosa, una drogadicta, una extrema, no fue mi elección. He hecho lo mismo que Ross y por eso le odio.

Por eso me enfadé con él cuando dejó abandonado a sus hermanos aquí, por eso nunca he podido superar que maté a mi lindo hermano y destruí a ésta familia. ¡Por eso mis padres me odiaban!¡Por eso ellos han muerto!

¡Yo soy el problema con esta jodida vida!

¡Mi existencia vale un carajo!

—L-Lo lamento—digo tirándome al suelo, llorando nuevamente, ya no estoy tan furiosa, ahora estoy triste, enloquecida, roja de vergüenza—Y-Yo no quise hacerte eso.

¡Yo ya no puedo matar a nadie!¡Soy incapaz de hacerlo mirando la gente a los ojos!¡Si los miro ya no hago nada y no los mato! De eso se encarga Clementine, ella es la única que me entiende, lo sé. Pasamos por lo mismo, solo que ella es más fuerte que yo.

—No te preocupes, ¿por qué no vamos a mi casa y te preparo un café? Creo que estar aquí no te beneficiará mucho—dice y yo asiento, no quiero estar aquí.

( . . . )

Sujeto el tazón con chocolate caliente, ya que no hay café, y tomo un par de sorbos, en verdad está rico, Ross sabe preparar bien. Quizás tiene experiencia en la cocina tanto como cantando y actuando. Aún recuerdo lo que me dijo antes de tener sexo.

—¿Y eres muy bueno cantando?—digo con una media sonrisa en mis labios—¿Qué clase de música compones?

—Cantamos pop y rock, aunque por experiencia propia me gusta más el Pop—masculla arrugando su frente y mostrando su dentadura en una sonrisa—Me encanta la música, que me haya metido en esto no significa que no me guste.

—Dudo que haya sido por eso Lynch. 

—¿Y a tí?¿Qué te gusta hacer?—pregunta asintiendo de arriba para abajo—Dudo que no tengas hobbies.

—Me encanta el peligro, lo extremo, las aventuras y después de todo las carreras de alto riesgo y velocidad. He ganado varias y se gana mucho dinero—digo, me encanta correr—Tal vez algún día te invite a verme correr, depende de cómo te portes y si asistes a las clases.

—También me gustan las carreras. Las he visto, pero nunca he corrido en sí—frunzo el seño.

—Entonces, te prometo que te invitaré a correr conmigo—mascullo tomando otro sorbo del chocolate—Debo irme, tengo que ir a ver a alguien.

—Oye, espera—toma mi brazo antes de que me vaya—¿Por qué estabas llorando antes? Nunca me diste tu respuesta.

—Son solo cosas del pasado Ross.

—Dime...

—Es de mi novio, bueno...Ex-novio...Aunque lo creas o no te metiste con una chica con novio, bueno no interesa—me doy la vuelta otra vez y antes de salir espeto:—No debe volver a repetirse, ¿es nuestro secreto sí?

—De acuerdo, pero lo de las carreras, ¿sigue en pie cierto?

—¿Por qué no sería así?—me devuelvo y lo provoco dándole un beso en la mejilla, dejándo bien marcado el brillo del labial—Adiós Ross Lynch, espero verte.

( . . . )

¡SOY UNA BIPOLAR! 

¿Le provoco a Ross Lynch?¿Cómo mierda se me ocurre hacer esa mierda? Sería muy idiota de mi parte y así fue hace unos treinta minutos.

 Clem me mira preocupada, hace mucho que yo no estaba hecha mierda. Exactamente desde que...maté a mi hermano. 

Solo quiero ver a Ross, que me abracé como lo hizo hace un tiempo. Que me bese como lo hizo anoche, que me toque como si su vida dependiera de ello, que me haga desahogarme con él. Eso es lo que deseo...

Timeless | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora