I

5.2K 177 73
                                    


12 de enero, 7:30 a.m

-Buenos días, señor Tomlinson.

La bella chica saludó a su jefe cuando este pasó por su escritorio con una taza de café en su mano, todas las mañanas eran iguales. Louis Tomlinson llegaba, saludaba a sus compañeros y a su secretaría antes de encerrarse en su oficina a terminar su desayuno para empezar el día con energía. Rara vez Louis no cumplía su rutina, ese hombre ama trabajar, había soñado entrar a la mejor editorial de la ciudad desde que estudiaba periodismo en la universidad y no había futuro que acepte sin cumplir su sueño.
El castaño de ojos claros, terminó su carrera y lo contrataron como asistente de Zayn Malik. Al principio este lo trataba como un pobre ignorante el cual saldría corriendo a brazos de su madre por no saber manejar su carácter pero contra viento y marea, Louis ganó su ascenso y la amistad y respeto de Malik.

Hoy en particular no estaría tan ocupado, ya que apenas iba una semana de trabajo después del descanso por festividades y además, es el cumpleaños de su gran amigo Zayn, así que con anticipo dejó todo listo para que no se haga tan extenso el día y poder salir a tiempo para ir a festejar con el hombre del cumpleaños. Luego de cancelar una reunión al final del día laboral, casi a las 16:00 hs  y firmar unos papeles que le entregó su secretaria a medio leer, salió con prisa del edificio para dirigirse a su departamento que se encontraba a pocas calles de allí.

Su perro Kobye lo recibió con saltos y la cola agitada, dejó las llaves en la mesa ratona del living y respondió con una sonrisa y caricias. -Yo también te extrañé, amigo.
Se dirigió a su habitación cuando Kobye después de ser correspondido por su dueño, fue a acostarse al sillón a seguir durmiendo. Tomó una remera, jeans y boxers para darse un baño caliente antes de ir a la casa de Zayn.
En cinco minutos estaba girando la llave de la ducha para dejar correr el agua. Ya después, el vapor cubrió el pequeño baño, el agua estaba muy caliente, afuera era un día de invierno muy muy frío. Camino a casa, después de aquel día de trabajo, Louis sólo quería estar bajo el agua caliente o metido en su cama todo tapadito pero la segunda opción la haría más tarde, después de la fiesta.

-OooOoh, it's whAt yoU do tO meeEeeeEe

La acústica del baño hacía que el castaño cante como un ángel en el momento en el que sus toallas y accesorios eran sus fans dentro de su concierto íntimo.

El celular comenzó a sonar interrumpiendo la paz y el momento a solas que tenía,  así que tomó una toalla rodeándola por la cintura mientras las gotas recorrían su espalda desde su cabello hasta chocar contra la tela que cubría su desnudez. El sonido que salía desde el pequeño parlante se inmuto cuando Louis atendió el llamado:

-¿Hola?

-Louis, amigo. Lo siento, ¿Interrumpo?- se escuchó la voz de Zayn desde el otro lado, siendo tan amable como de costumbre.

-Oh, no. Estaba bañándome, ya estoy en casa hace rato. ¿Pasó algo? ¿Qué necesitas?

-Perdón, pensé que seguías en la empresa. Necesitaba que me prestes tu laptop porque la mía no le sirve al DJ y la de él se le descompuso pero no quiero molestar, veré como lo soluciono.

Louis notó el desánimo de su amigo por enterarse de que él ya no estaba en el trabajo; - Todavía hay tiempo, no te desesperes. Puedo pasar por ahí de camino a tu casa, deja que termine mi baño y saldré en camino.

-Gracias, me salvaste una vez más.

Cortó la llamada y volvió a desnudarse para terminar, ahora con prisa, y poder ayudar a su amigo, sentía frío de nuevo ya que el vapor se había trasladado a la habitación durante la llamada y las gotas de su espalda ya habían enfriado. Solo habían sido minutos pero bastaron para sentir más ganas de quedarse en casa.

Era temprano así que después de tomar un café mientras le daba comida al peludo que vivía con él, fue por un abrigo y zapatillas. Terminó de alistarse para después despedirse de Kobye, siempre le costó separarse de él, es su compañero hace más de cinco años y con quien convive desde entonces.

Tras tomar el elevador y encaminarse a su vehículo para volver a la empresa, recibió un mensaje de Zayn:

"Amigo, te espero. No te preocupes por la laptop, puedo solucionarlo, no quiero molestarte."

Louis le sonrió a la pantalla, Zayn se volvió tan indispensable como viceversa. A pesar del mensaje que recibió, quería que a su amigo no le falte nada así que de igual manera siguió su camino.
Estacionó el vehículo en la puerta de la empresa ya que por el horario no había tanto tránsito, sería rápido.

Tarareaba la canción que hace rato cantaba en la ducha, en la soledad del elevador. -¡Tin!- se abrieron la puertas del segundo piso dejando ver al castaño de baja estatura que estaba dentro, acariciando sus manos por la baja temperatura, tenía las manos heladas. Dando pequeños saltitos llegó rápido a su oficina, con prisa tomó su laptop y volvió por sus mismos pasos.
El elevador ya no estaba, eso significa que no estaba solo en el edificio. Presionó el botón para llamarlo y que vuelva a su piso, las puertas se abrieron y se precipitó a entrar sin prestar atención, impactando contra alguien.

-Oops, lo siento. No me di cuenta de que había alguien. Soy un idiota.- no dejaba de ver sus pies, estaba tan apenado en ese momento que quería que la tierra se lo trague.

-No se preocupe, también estoy con prisa. Es mejor que usted me haya chocado y no, no sabría hacia dónde correr- luego de intentar romper el hielo, río. Louis sólo escuchó esa voz grave resonar en el elevador y esa risa cálida, el timbre avisando que se abrían las puertas otra vez lo salvó de esa tensión que había dentro, hasta se podía cortar el aire con tijeras.

Salieron del edificio y allí fue cuando vió el rostro por primera vez de la persona que venía con él, de inmediato se ruborizó y la razón no estaba muy clara, no sabía si era por el inconveniente al cruzarse o la cara de ángel que este hombre tenía. Sus rasgos perfectos como porcelana, sus ojos tan verdes e hipnotizantes, esos rulos de chocolate que tenía ganas de tocar y comprobar si eran tan suaves como el algodón, la manera en cómo sentía el cuello al levantar la mirada para verlo a los ojos y la linda ropa que llevaba puesta, moría por usar una de esas sudaderas.
Volvió a ser un tomate de lo rojo que estaba porque salió de su transe y notó que este lo miraba.

-Ehm, lo siento, otra vez- carraspeó y casi no salió una sola palabra de su boca.

-No se preocupe, está bien.

-Oh, por favor. No me trates como un viejo, estoy seguro que soy menor que tú.- con una sonrisa de lado rompió con el hielo y también un poco con la tensión que sentía.

-Te ves mayor, no te creas- el joven alto rió, por un momento olvidaron la prisa que llevaban, no hacían más que mirarse y esperar a que el otro siga hablando pero era notoria la timidez de Louis así que solo se limitó a despedirse- Bueno, adiós. Me debes una por lo de hace un momento.- le volvió a regalar una sonrisa y se alejó caminando.

Después de pestañear unas cuantas veces asimilando todo y tratando de asegurarse si ese hombre era real o no, escarbando en el recuerdo de lo ocurrido hace minutos atrás, se dirigió hacía el vehículo, dejó la laptop en el asiento del acompañante y lo puso en marcha haciendo rugir el motor con signos de que quería salir volando de esas sensaciones tan extrañas, solo quería llegar a casa de Zayn, emborracharse y pasarla bien. No tenía tiempo de pensar en un momento pasajero. A unas cuantas cuadras, las gotas de lluvia impactaron contra el parabrisas, al principio unas cuantas y luego se cubrió todo no dejando ver nada, el limpiaparabrisas se movía de un lado a otro y era difícil distinguir todo entre las luces incandescentes de algunos autos, la lluvia repentina y la oscuridad de la noche pero sin embargo no dejo de pisar el acelerador, no quería fallarle a Zayn.

La bocina de un vehículo se escuchó en segundo plano, parecía averiada y era interminable, la luz se poso frente a sus ojos, besando sus pupilas, quiso maniobrar, tratar de esquivar el impacto pero no fue posible. No sintió dolor, no sintió nada, no entendía qué pasaba, veía el brillo de las luces de semáforo.

Verde, amarillo, rojo, verde, amarillo… el chico de hace rato… rojo… y luego, nada. Oscuridad.

Te conozco - (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora