Discusiones y un adiós.

1.7K 60 11
                                    

- ¡Maldita sea Ross! ¡Qué es lo que quieres de mí!- las lágrimas empezaron a caer de sus ojos chocolates, mientras me gritaba- Me llamas para hablar y cuando llego lo primero que me dices al cruzar la puerta es que soy una cualquiera por supuestamente haberme acostado con Alex. No se te ha ocurrido pensar por un momento que no lo he hecho.

- Hoy cuando fui a la universidad, Alex llegó emocionado diciendo que se había acostado contigo, después de la fiesta del domingo, donde te vi coqueteando con él, y luego los dos desaparecisteis misteriosamente. ¡¿Cómo quieres que no le crea?!- estaba tan furioso que lo último lo grité.

- ¿Y le crees a él? ¿Sin siquiera preguntármelo? Para tu información, no me acosté con él. Me fui antes de la fiesta con Raini porque no me sentía bien, no te lo dije porque estabas muy ocupado besando a Kristen y no quería "molestarte" con mis problemas.

- ¿Y cómo sé que no me mientes tú? Alex parecía muy convencido de haberse acostado contigo y nos mostró un chupetón que tenía en el cuello que dijo que se lo habías hecho tú. ¿Cómo explicas eso?- el hecho de pensar en Laura en los brazos de Alex me hacía sentir más furioso.

- Y yo que sé. Yo no fui quien se lo hizo.  Además, no tienes ningún derecho a reclamarme nada, te recuerdo que somos solo "amigos", puedo acostarme con quien quiera.- Y era cierto, no tenía ningún derecho, pero me sentía traicionado de todas formas.- No soy yo la que se acuesta con una persona diferente todas las semana.

- No estamos hablando de mí, sino de ti, que al parecer no es capaz de reconocer que no es tan santa como nos hace creer y miente.

 - Es increíble, que le creas a él en vez que a mí- vi en sus ojos que eso le había dolido más que haberla insultado antes y sus lágrimas volvieron a caer más seguido.- Llevamos siendo amigos desde que entramos a la segundaria, mientras que a Alex lo conoces desde hace 2 meses, ¿y prefieres creerle a él? Ahora veo la poca confianza que tienes en mí.

Cerró los ojos y respiró profundamente para intentar calmarse, pero sus lágrimas seguían cayendo y luego añadió con voz suave.

- Siempre te he apoyado en todo, aunque eso significara sacrificar mis propios sueños, y defraudar a mi familia, para poder seguirte y complacerte. Sabías que me ofrecieron una beca para la universidad de Princeton, pero la rechace para ir a la misma universidad que tú.

- Yo no te obligue a hacerlo- me puse a la defensiva porque me sentí culpable, sabía por qué lo había hecho, el día de la graduación le hice prometer que estaríamos justos siempre siendo los mejores amigos.

- Lo sé, no te estoy echando la culpa. Toda la culpa de esto es mía por conformarme y no aceptar la realidad, e intentar vivir en un sueño que se ha convertido en mi peor pesadilla, pero ya no pienso soportarlo más.- su voz se volvió seria y las lágrimas se detuvieron.

- ¿Q-qué quieres decir?-  Se limpió las lágrimas de la cara, levantó la mirada y me miró a los ojos. La determinación que inundaron sus ojos me hizo sentir un profundo miedo, como cuando estás seguro que algo malo va a suceder.

- Ya estoy cansada de esto, Ross. No pienso seguir con este estúpido juego, llevamos un año con esto y lo único que ha hecho es dañarme cada vez más. Se acabó.

- Te refieres a...

- Sí.- las lágrimas volvieron a caer de sus ojos- No tienes ni idea de lo doloroso que es para mí que un día vayas a mi departamento y te acuestes conmigo y al siguiente ya estés con otra. Me siento tan patética y como una cualquiera cuando después de acostarnos, te vas sin decirme nada y cuando nos volvemos a ver actúas como si no hubiera pasado nada y lo peor de todo es que yo lo dejo pasar y hago lo mismo. Pero se acabó, ya no voy a seguir con esto. Ya no somos unos adolescentes que se acuestan por una borrachera y deciden hacer como si nada ha pasado para no estropear su amistad. Tenemos 20 años y deberíamos saber poner unos límites, y mi límite es este.

- No sabía que te sentías así, ¿por qué no me lo habías dicho?

- Joder, Ross! ¿Qué porque no te lo había dicho?, cada vez que intento sacar el maldito tema, me evitas. Pero yo soy la estúpida por no escuchar lo que me decían Raini y Vanessa sobre que esto me acabaría haciendo daño y que debería alejarme de ti, pero yo les respondía que no me importaba porque te amaba. Te amo Ross Lynch- Su confesión me dejo de piedra, no sabía que decirle.- Pero sabía que siempre me verías como una amiga, y por eso preferí no decírtelo. Y pensé que el hecho de acostarnos sería suficiente para mí y que al final acabarías dándote cuenta de mis sentimientos, pero veo que me equivocaba. Solo quiero que me respondas algo, ¿Qué es lo que sientes de verdad por mí?

- Laura, yo....eh...yo...- aparté la mirada de sus ojos porque verlos llenos de lágrimas me hacía sentir mal.

- Dímelo, por favor.- Su voz se escuchaba rota.

- No lo sé. Estoy confundido. Siempre has sido mi amiga y te quiero, pero no sé si te amo- Vi como volvieron las lágrimas y en sus ojos perdieron el brillo que los caracterizaban.

- Está bien, lo entiendo, no te preocupes, ha sido una estupidez decírtelo. No te sientas presionado por intentar corresponder mis sentimientos, ya veo que no sientes lo mismo. Dejémoslo así. Olvídalo, que yo haré lo mismo- Lo último que dijo parecía tener más significado del que yo pensaba.- Tengo que irme, necesito pensar. Adiós, Ross.

Y con eso se fue, pero antes de irse se volteó para mirarme intensamente como si intentara grabarse esa imagen en la mente, lo que yo no sabía era que su despedida era más profunda de lo que me creía.

Bueno aquí otra vez, espero que os guste y comentéis. Este primer capítulo se lo quería a dedicar a NairobixD, tu novela Shh! (She's his heart), fue una de las razones que me impulsaron a escribir, gracias por escribirla :) Kisses

Sunrise (Raura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora