Te aposté a vos
a esa podrida correlación de cerrarnos la puerta en la cara y luego hacer el amorAposté a tu poesía corpórea
y me extravié entre tu desnudez codiciada
y de a ratos míaTe esperaba en cada esquina
y en la distancia de la habitación un Dios egoísta se reía
porque sabía que te quería de la manera más patética que sabía
querer en serioMe consumía en tu risa floja
tus pechos lisos y tus prendas cortasVolvía por la nicotina boca a boca
por las ansías de acabar en tu boca todas mis malas rachasVenía a cantarte mis simulacros de felicidad improvisada
sin calendarios
guiones
ni aparatosJugué todas mis fichas
y perdíperdí con la facilidad que tiene el tiempo de caducar todo lo bueno
con tu facilidad de dejarme los números en cero