Mi despertar sexual

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He vivido en carne propia lo que es ir sola por primera vez a una cita ginecológica, sin saber si el procedimiento que me están practicando es el correcto pues nadie nunca me lo comentó, aprendí de la forma más traumática lo que es un calendario de ovulación y porqué en las chicas que somos irregulares eso no funciona para prevenir embarazos, y sufrí todos los cambios y daños hormonales que puede acarrear el usar un método anticonceptivo recetado por un farmacéutico al que sólo le interesaba vender, porque nadie jamás me dijo que la reacción depende del organismo, aprendí también por las malas lo que es el PH después de lidiar con muchas infecciones vaginales, y tras varios meses de sentir vergüenza por una que otra propaganda de televisión entendí que era normal... Todo mi despertar sexual fue a ensayo - error, porque siempre me hablaron de sexo y nunca de educación.


Debo decir que me entristece que confundan el hablar abiertamente de sexo, con impartir educación sexual a sus hijos, muchas madres y padres creen que apoyar a sus hijos en este ámbito es advertirle sobre las posibles consecuencias que conlleva tener sexo, o en su defecto la inmoralidad del acto antes del matrimonio y NO lo que debería ser, información verdadera acerca de qué métodos usar, de que forma usarlos, y a quién acudir al momento de que ese joven haya tomado la decisión de tener relaciones sexuales, por que hay que aceptarlo ¡ESE MOMENTO LLEGARÁ!

Pero es más frustrante aún que como mujer te celebren la llegada de tu primera menstruación como si fuera un hecho público, pero a la hora de planificar la atención y la compañía son escasas, te tildan de "fácil", "loca", "buscona", simplemente porque dan por sentado que tener un método anticonceptivo abre tus piernas de par en par y te da un pase libre a la promiscuidad, cuando no es otra cosa que salud sexual, verdadera educación y un respeto por nuestro cuerpo, y por supuesto nuestras vidas.


Aún me llena de odio la respuesta de mi padre cuando le dije que debía planificar, que pediría una cita por télefono y que a pesar de que una parte me la pagaría con mi propio dinero, necesitaba que me prestara una pequeña cantidad para pagar el resto, "¡Toma para que culees rico!" lo gritó en frente de mi mamá, de mis hermanos y la empleada que se asomó por la puerta al escuchar aquello tan escandaloso, su rafaga de insultos siguió y sólo podía escuchar que con ese dinero el "me estaba subsiadiando el tener sexo", que esperaba que ponerme eso "no fuera a abrirle las piernas a todos", si eso no era violencia sexual y psicológica NADA LO ERA, tuvo la oportunidad de degradarme y la aprovechó, tal y como dije antes todo su liberalismo y esa pedagogía de educar a tus hijos con confianza se le cayó, no pude evitar pensar como actuaba cuando se trataba de mi hermano y sus condones, o como buscaba omitir ciertas conversaciones en las que se hacía evidente que yo tenía una vida sexual activa con mi pareja actual,  pero sabía que tenía el temor de que tuviera un embarazo indeseado, y aún así jamás pensó en guiarme o aconsejarme para que viera que método era mi mejor opción, y las omisiones también son fallas, también son faltas de uno como ser humano a otro, omitir una verdad es igual a una mentira, y reprimir la vida sexual de alguien o la idea de que la tiene no previene embarazos ni enfermedades, no ayuda sino que hace parte del silencio, y a muchas mujeres les pasa, un simple chiste cargado de morbo por parte de una mujer es mal visto y altamente reprochado, uno de los mismos por parte de un hombre es jocoso y más aún cuando raya lo burdo o hay en su comentario alguna calificación precisamente hacía una mujer, nosotras mismas nos reímos, nosotras mismas censuramos el hablar de nuestra intimidad, nos da miedo decir "He tenido un orgasmo", "quiero sexo", "no me gustó", "lo disfruté", nos da incluso verguenza aceptar que aquellas vaginas que no son rosaditas también son hermosas, que existen variedades de pezones y que si queremos podemos andar con ellos al aire sin necesidad de usar brassier, que son normales, que no deben sexualizarnos desde temprana edad, y mucho menos violarnos, debemos dejar de normalizar una vida en la que nos escondamos para hacer el amor, para sentirnos diosas, salvajes, divinas, en la que vivamos para complacer a otros, y empezar a forjar una historia que diga que las mujeres también tenemos instintos, también tenemos un deseo sexual a flor de piel que necesita ser satisfecho, y que tenemos VOZ para decidir si queremos tener sexo y que también podemos decir que NO. 

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⏰ Última actualización: Feb 11, 2019 ⏰

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