Hoy es un nuevo día
Las ilusiones que me levantan diariamente siguen presentes.
Sueño en viajar a cualquier ciudad que se encuentre muy atiborrada en el mundo para ver los monumentos a quienes todos ya le han tomado fotos
Eso me hace tan normal cómo todos aquellos que llegan a Francia a ver su torre de metal en forma singular
O a Italia al ver al edificio que por un error se hundió y ahora todos tratan de sostenerlo en una foto.
O el coliseo el cementerio de extranjeros, esclavos, ladrones y traidores que tanta diversión brindó en su momento a aquellos que vivían en la ciudad.
Muero de ganas de hacer la fila para tomarme la foto en éstos monumentos, para pasear en un interminable transito por la muralla China, al calor del Sol ardiente con un gorra estilo visera para que así pueda respirar mi cuero cabelludo.
Y estar en las playas con el mar salado y ese mínimo espacio vital qué sólo se puede conseguir en temporada alta, en donde los niños presentes hacen más caliente el agua de mar y la tonalidad cambia sospechosamente.
O ir a las discotecas más llenas del mundo con el ruido ensordecedor que impiden el poder comunicarme, mi costumbre de no beber se mantendría así que seguramente esperaría en esos grandes sillones al lado de las grandes multitudes a que empiece mi dolor de cabeza.
El pasear por las pirámides tanto las Aztecas como las Egipcias da igual al final de cuentas lo importante es estar ahí con las demás personas, tomar las mismas fotos y hacer que los que no hallan llegado ahí tengan las mismas ganas que tengo de vivir las experiencias de la vida.
Y puedan levantarse otro vez cómo yo me levanto cada día a trabajar ese es un propósito en la vida.
