Interestelar

Llegando a Origae-6

---¿Cómo crees que será?--- La joven se encontraba recostada dentro de su capsula de hiper sueño, mirando al sintético con atención mientras él la observaba con detenimiento, buscando las palabras más acertadas.

--- Si somos amables, será un mundo amable.---Dijo con absoluta serenidad viendo como la cápsula de Daniels se cerraba mientras la chica le daba la razón.
Ella golpeó con sus dedos el cristal, llamando la atención de Walter quien giró el rostro para mirarla.

--- Walter... cuando lleguemos ¿Me...me ayudarás a construir la cabaña?--- El sintético asintió tras parpadear y esbozó una leve sonrisa durante un instante, tanto así que Daniels pensó que hubo sido producto de su imaginación pero estaba altamente complacida por la respuesta.

A los pocos minutos Daniels se sumió en un profundo y reparador sueño, mientras Walter no apartaba la vista de ella.
El sintético se quedó contemplandola como si la joven se tratase de una obra de arte, una estrella fugaz entre miles de astros.

Walter sacudió la cabeza como si aquellos pensamientos no fueran acorde con su programación.
Él sólo había sido creado para servir y no para sentir, no podía ni la más mínima de las emociones, por ello debía desechar esa imagen que tenía por Daniels.

Él era una máquina y ella un ser humano, no había ley que pudiera cambiar eso.
Con lentitud abandonó el área de descanso y fue a la sala principal, donde empezó a trasmitir un mensaje a sus superiores, avisando de que se dirigían a Origae 6 y todo lo que habían sufrido a causa de esas criaturas que arrasaron con casi toda la tripulación, poniendo en peligro sus vidas...

Durante el trayecto, Walter se aseguraba de que tanto Daniels como Tennessee aguardasen seguros en sus cápsulas, comprobando sus constantes vitales en múltiples ocasiones.

Era su deber proteger lo que quedaba de la tripulación del Covenant y se esforzaría con cumplir aquellas ordenes.

También iba a visitar a los colonos restantes, revisandolos al igual que a los embriones.

De momento todo parecía ir hacia un rumbo estable así que Walter continuó con otro tipo de tareas, como el mantenimiento de la nave, revisiones a Madre y diferentes cuidados mecánicos y tecnológicos.

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El tiempo pasó muy rápido. Walter fue alertado por Madre de la llegada al destino: Origae-6.
Sin perder ni un ápice de tiempo, el androide se acercó a las capsulas de hiper sueño de Daniels y Tennessee y comenzó el proceso de despertarlos.

Tennessee fue el primero en salir y acomodarse fuera de la capsula seguido por Daniels la cual expulsó un poco de líquido por su boca a consecuencia de haber permanecido en hiper sueño.

Walter de inmediato se le acercó y le tendió un pañuelo que ya llevaba preparado, puesto que conocía de sobra la reacción que la joven sentía tras un largo sueño allí metida.

Daniels le sonrió con suavidad y aceptó el pañuelo que él le obsequiaba rozando inconscientemente sus dedos, enviando a Walter una sensación desconocida, pero que en ese momento el androide no le echó en cuenta.

--- Ya hemos llegado a Origae-6, por favor deben prepararse para el aterrizaje.--- Informó el sintético mirando a los dos únicos tripulantes del Covenant.

--- Ya era hora amigos, al fin vamos a poder disfrutar de una buena vida.--- Tennessee le dio unas palmaditas a Daniels en el hombro y la abrazó con júbilo.

La chica por su parte devolvió el gesto de afecto y río por lo bajito.
--- Muy cierto, esto hay que celebrarlo.--- La joven se separó de su amigo y dirigió una mirada al androide.--- Walter ¿Crees qué podamos tomar una copa antes de abordar el planeta? Digo sí no es molestia...