Lost In The Echo

Capítulo 1

Mis ojos se abren muy lentamente y una luz bastante fuerte entra por ellos. Se asustan y vuelven a cerrarse. Noto el áspero tacto de la hierba seca mezclada con la arena y piedrecillas de la tierra. Intento abrir los ojos poco a poco hasta que mas o menos se acostumbran a la luz y veo un extenso bosque lleno de arboles bastos y poco cuidados.

No se donde estoy, ni siquiera se que hago aquí ni el tiempo que llevaré. Solo estoy segura de una cosa, y es que no conozco este sitio. Decido que no puedo quedarme todo el tiempo tumbada aquí y hago un esfuerzo por incorporarme. Por el aspecto del cielo apostaría que es mas o menos medio día, el sol brilla en lo alto de los árboles amenazando con quemar. El cielo es azul y el tiempo caluroso, demasiado diría yo, ni siquiera corre una pequeña brisa de aire.

Me levanto costosamente y miro mi ropa, llevo una sudadera negra enorme con un dibujo que no conozco y unos vaqueros oscuros que no recordaba tener. En cuanto a los pies estoy descalza y tengo varias heridas abiertas en la planta sangrando que me escuecen y empeoran por cada roce con el suelo pero a pesar de todo me pongo de pie y empiezo a caminar en busca de algo que me de una pista de qué hago aquí.

Empiezo a pensar y me doy cuenta de que no recuerdo absolutamente haber hecho nada antes de dormir, si  es que he estado durmiendo. Las preguntas se acumulan en mi cabeza: ¿por qué no recuerdo nada de lo que he hecho? ¿que hago en un bosque que ni siquiera conozco? ¿hay alguien detrás de esto? Pero de repente un pensamiento aparece en mi cabeza: estoy sola. El pánico brilla en mi piel y empiezo a estar realmente asustada. Nadie mas que yo me va a ayudar a salir de aquí y no conozco nada de donde estoy. Empiezo a correr y meterme por el primer sitio que veo hasta que me doy cuenta de que lo que realmente estoy haciendo es correr en puros círculos.

Oigo un ruido que me saca de mis pensamientos y me doy cuenta de que no son mis pisadas. Pienso en que sea un animal pero lo descarto cuando asimilo que en realidad ese ruido son pasos lentos y profundos. Intento ponerme a cubierta escondiendome detrás de algún árbol pero su corteza es muy fina como para esconderme. Entonces veo una figura humana, bajita y delgada, parece un niño de unos catorce o quince años escondido detras de un arbusto. Aparta una hoja para cruzar su mirada y entonces sale de su escondite.

-¿Hola? -Su voz suena cautelosa y refleja su miedo.- ¿Quien eres? ¿Puedo... verte?

Salgo de mi pequeño escondite y me mira, curioso, de arriba a abajo. Observa cada detalle y eso me asusta, así que retrocedo. Es un chico de cabello castaño a la cara, delgado y muy bajito, con muchas pecas y una tez fina y pálida. 

-Eso me pregunto yo también, ¿quién eres? -Consigo decir con la voz temblorosa.

-Yo he preguntado primero, ¿que haces aquí? Nadie suele venir, dicen que es un sitio peligroso.

-¿Y tu te lo crees? Porque yo de momento lo veo tranquilo.

El chico se queda confuso, como sin saber que decir. Vacila y finalmente habla.

-Estas evitando mis preguntas, estoy tan asustado como tu, ¿quien eres y como has llegado hasta aquí?

-¿Por qué se supone que tengo que contarle mi historia a alguien que acabo de encontrar en un bosque que, por lo que dices que te han contado, es peligroso?

Se muerde el labio sin saber que responder. Se acerca a mi y con su dedo toca cuidadosamente mi mano.

-¿Ves? No hago nada, tranquila, dime al menos como te llamas. -Dice con voz amable y cariñosa.

-Uhm... me llamo... -vacilo y pienso en algun nombre que me suene pero no me viene nada.- No lo se, no lo recuerdo. Quizás no tenga ni siquiera nombre.

-Pero eso es imposible, ¿es porque no confias en mi? Vamos, es un nombre. Yo me llamo Mike, ¿lo ves? No pasa nada.

-Es que no lo recuerdo. -Pienso en lo que me dije antes: "vas a estar sola", ahora tengo a alguien así que lo mejor será confiar.- Mira, te agradezco que quieras ayudarme pero lo cierto es que me he despertado en medio de este bosque que ni siquiera conozco y no recuerdo nada mas. No se que hago aquí, el tiempo que llevo dormida, que día es hoy, como he acabado aqui; no tengo ni la menor idea.

Mike se extraña pero por alguna razón decide creerme. Sonrie cariñosamente y me agarra el brazo.

-Tendré que llamarte de alguna manera así que... ¿que te parece Marlene? -Dice sonriendo y me fijo en su sonrisa brillante con esos dientes blancos y perfectos y esos ojos azul cielo.

-Si, Marlene me gusta. Poco a poco esto va teniendo un mejor color, gracias Mike. -Sonrío.

-Bueno Marlene, ¿que te parece si te llevo hacia un lago que hay cerca de aquí? Esas heridas no se van a limpiar solas. -Comenta mirando mis pies, bañados en sangre.

Me coje en brazos para que no se me abran mas de lo que estan e intenta secar medianamente la sangre con un trozo de papel. Seguimos el camino y a cada paso que damos no se por qué me siento mas insegura. Me enfado conmigo misma por haber puesto toda mi confianza sobre una persona totalmente desconocida que puede usarme para el bien o para el mal. Ahora Mike sabe todo lo que yo se y mas o menos tiene el destino de mi vida en sus manos. Mierda, por qué se lo he dejado tan fácil, he sido estúpida pero ¿que otra opción tenía? Me agarro bien a sus brazos para no caerme y rezo porque el destino haga algo bueno por primera vez desde que mi cabeza recuerda donde estoy.