Helpless.

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HAMILTON INTENSIFIES (?

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Oh, acepto, acepto, acepto, acepto. ¡Hey!
Oh, acepto, acepto, acepto, acepto.

Una fiesta dada por una de las familias más ricas de Nueva York, había de todo allí: desde reporteros en busca de una buena historia, familias que sólo buscaban aumentar su estatus social, enemigos de la empresa Oscorp, socios, hasta algunos amigos y conocidos de los anfitriones. Esta era una de las fiestas más grandes que habían organizado hasta ahora, era una lástima que el único hijo biológico de Norman Osborn se estuviera aburriendo.

¡Chico, me tienes indefenso!

O así era, todo cambió cuando él llegó y captó su atención.

Miro en tus ojos y el cielo es el límite.
¡Estoy indefenso!

Profundos ojos verdes, brillantes cual esmeraldas, hermoso cabello castaño algo despeinada, grandes gafas sobre sus ojos, su cara era angelical. Harry quedó flechado casi de inmediato, ese chico era simplemente hermoso.

Me dejan fuera de combate y me ahogo en ellos.

Harry estaba seguro de que su cara estaba roja en ese momento, la expresión de burla y diversión en el rostro de su compañera le decía todo.

Nunca he sido del tipo de querer llamar la atención.
Estábamos en una fiesta organizada por mi familia en una noche calurosa.

La risa de su contraria lo ponía aún más nervioso, estaba claro que buscaría llamar su atención, pero, ¿cómo? El simple hecho de mirarlo lo dejaba nervioso y temblando, ¡nunca le había pasado algo así!

Riendo mientras mi compañera deslumbraba a todos.

De un momento a otro Gwen ya no estaba a su lado, en cambio bailaba junto a Anya en medio de la pista, ambas muy pegadas y llamando la atención, la belleza de la rubia era clara, aunada a la encanto de su pareja de baile, ambas quedaban como dos seres etéreos, pero para Harry, ellas nunca superarían la de aquel chico castaño.

Y tú entraste y mi corazón hizo...

El moreno dejo de observar a su compañera para regresar su vista al castaño desconocido, en un momento ambas miradas se encontraron y el de ojos verdes le dió una sonrisa.

¡BOOM!

Si no hubiera estado en un evento tan importante era seguro que soltaba un chillido gracias a la emoción que esa pequeña acción le causó.

Trato de llamar tu atención desde el otro lado del salón.

Levantándose de su lugar llama la atención de varias señoritas que lanzan indirectas para que el joven heredero de Norman las invite a bailar, pero él las ignora, ya tiene su objetivo claro, aunque al estar cerca de este, los nervios regresan y con eso vuelve a su lugar.

Todos bailan y la música está a todo volumen.

Un par de chicas se acercan al desconocido, pero el las rechaza amablemente, Harry se siente aliviado, pero si no quería perderlo debía actuar ya.

Bailamos al ritmo de la música mientras comemos y bebemos.

Entonces su vista se regresa a Gwen que sigue bailando con Anya.

One-Shots ParksbornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora