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El mundo se sentía extraño, todo era borrones de luces, gritos alocados, cuerpos sudorosos moviéndose al ritmo de la música acompañado de olor a cigarros, alcohol y sexo.

Cerro los ojos por un momento, intentando concentrarse en lo que su cuerpo quería decirle. El mismo gritaba por un asiento o un escusado, sin embargo hizo caso omiso dando un gran trago del vaso rojo en su mano.

Yoongi lo abrazo por los hombros, dirigiéndolo hacia las habitaciones de su casa.

- Eres muy apuesto Yoongi, pero no pienso acostarme contigo. - Balbuceó intentando zafarse de abrazo.

- Tienes que descasar, imbécil. Mañana es la cena de tu padre. - El mayor lo sujeto aún más fuerte de la cadera, subiendo escalón por escalón.

- ¿Cuál cena? - Taehyung estaba perdido, sentía la música alta vibrando por sus venas y el alcohol hirviéndole la sangre.

- Las estúpidas cenas de negocios a las que estas irremediablemente obligado. - Yoongi empujo la puerta con su mano libre, aterrizando el cuerpo de su amigo en la cama. Se dirigió al mini refrigerador y tomo una botella de agua dándole grandes tragos.

El castaño era a menudo tentando por las adicciones y peligros, conducía ebrio, dormía en hoteles y camas de personas apuestas, pero nunca en la suya, besaba bocas atractivas y arqueaba espaldas con facilidad. Sin embargo sus padres aún tenían el vivido recuerdo del chico con diplomas, excelencia académica y virgen.

Negó divertido por lo ciegos que pueden llegaban a ser los padres.

Taehyung aún balbuceaba incoherencias cuando Yoongi alcanzo los brazos de Morfeo.

Las luz del día era bloqueada por dos grandes cortinas, pero eso no impidió que el castaño despertará de su alocado sueño.

Miro el panorama. Sábanas revueltas, alguien respirando armónicamente a su lado y tenía la sensación de haber tenido una gran noche.

Se incorporo para mirar el rostro de su última presa, tomándole por sorpresa el rostro de su amigo, grito alterado.

<<¿Se había acostado con Yoongi?>>

Sonidos irregulares despertaron al pelinegro de mal humor.

- Deja de gritar, mariquita. - Dijo con su voz grave y adormilada.

- Tú y yo... - Comenzó Taehyung con voz temerosa.

- En tus sueños. Solo dormimos. - Concluyó tomando su reloj del buro. - Carajo, son las dos de la tarde. Tenemos una hora para llegar a la recepción. - Pellizco el puente de su nariz, organizando sus pensamientos.

- Haremos veinte minutos con el tráfico de esta hora. - Taehyung arrastro sus manos por su rostro sin saber que hacer en tan poco tiempo.

- Deja de perder el tiempo y comienza a arreglarte. - Una prenda voladora descendió por su rostro, la tomo del suelo y la examino.

- Yoongi, tus trajes no me quedan. - Comentó el menor, abrazando el conjunto.

- Es de mi padre, seguro que te quedará. - Sin vergüenza comenzó a desvestirse frente su amigo, acomodando todo en su lugar. Lavo su rostro, acomodo su salvaje caballera lo mejor que pudo y tomo las pocas pertenencias que había llevado la noche anterior.

Yoongi había llamado a su chofer para llevarlos hasta el restaurante donde seria la recepción.

- ¿Sabes algo de los invitados? - El pelinegro abrochaba casualmente su reloj en la muñeca, restándole importancia a su reciente pregunta.

Stripper [taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora