Jeyden creció, ahora ella tenía 10 años. A su edad, seguía teniendo ilusión, alegría, una personalidad fuerte, y unos gustos algo pijos.
Ella continuaba yendo al colegio, había pasado de quinto de primaria a sexto. En el verano había discutido con su grupo de amigas, aunque ella no le dio mucha importancia. Y si tiró todo el verano jugando a la WII, aunque es lo que hubiera hecho igualmente, ya que adoraba los videojuegos, una razón más para que los demás le vieran como un bicho raro.
Pero ella poco a poco, se iba decepcionando con la sociedad. Ya que, siempre había sido una persona muy honesta, y esperaba que los demás también lo fueran con ella, pero son cosas que no se pueden esperar de los demás.
Después del verano, empezó el colegio con un top y las uñas pintadas, porque era lo que a ella le gustaba, ¿qué iba a tener de malo?.
La profesora le llamo descaradamente para que se acercará, enseñándole algo. - ¿Y esas uñas?, que ya no estamos en verano, jajaja, - dijo burlándose de ella.
Jeyden bajó la cabeza y se fue a su sitio.
La clase estaba más rara con ella de lo normal, ya que siempre había sido discriminada por su forma de ser. Pero ahora que su antiguo grupo de amigas también le miraban con despreció parecían estarlo aún más, parecía que ese grupo había comentado cosas sobre ella, o rumores.
Día a día, toda la clase seguía discriminando a Jeyden , la profesora seguía con sus burlas, y la clase le seguía el juego.
Jeyden empezó a sentirse sola. Cuando llegó a su casa intento olvidarse de ello y se fue a comer un bote de patatas Pringles con cebolla al sofá.
Miró su móvil, al parecer hablaban por el grupo de clase y habían salido, sin ella, como de costumbre, aunque eso no parecía importarle.
Adoraba tanto esas patatas que decidió mandar una foto por el grupo.
-Anda, pero si es la rata - le dijeron.
Jeyden contestó a su insulto con otro insulto.
Entonces, todo el grupo empezó a insultarle. Con audios, mensajes, e incluso fotos.
Ella empezó a llorar, en su cabeza se preguntaba, ¿por qué me pasa a mí esto?, ¿qué he hecho yo, para merecerme esto?. Por más que salía, la volvían a meter, tuvo que bloquear a todos los participantes para que no lo hicieran. Después, por privado, una chica le dijo, lo siento mucho.
En ese momento Jeyden se echó a llorar, con mucha ansiedad.
La chica que tenía una sonrisa que animaba a cualquiera, ahora tenía un vacío enorme en el pecho a consecuencia del Bullyng.
