Capitulo 3

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Aisha.

Al llegar al departamento son casi las 5, hoy ha sido un día un tanto extraño. Cuando llegue al hospital en la mañana todo estaba normal por no decir aburrido, pero ya en la tarde cuando llego el guapísimo pero insoportable Dominik Thompson todo se puso un poquito interesante, aunque extrañamente hoy estuvo un poco más amable que ayer, y no pude evitar sentirme nerviosa cuando me miraba así, con esa mirada tan intensa, aun no se identificar el color de sus ojos, no sé si sean verdes o azules lo único que sé es que son jodidamente hermosos.

Perdona... ¿Qué hago pensando en los ojos de ese imbécil?

Salgo de mis pensamientos y retiro mis auriculares de mis orejas, Gretel esta acostada en su cama pensativa y no puedo evitar pensar en el encuentro con el Doctor Harry, la forma en la que se miraban deja mucho a la imaginación.

Pero Gretel...Es Gretel, ni siquiera es capaz de darle la oportunidad a Elijah que ha estado detrás de ella desde se conocieron en la universidad dudo mucho que lo haga con un hombre que acaba de conocer justo en el lugar donde está haciendo su internado que por cierto es a un océano de distancia de donde ella vive.

Decido no molestarme y dormirme ya, sé que aún es un poco temprano pero mañana será otro día en el hospital y encima trabajando con el Doctor cavernícola.

—Muy buenos días —digo con mi autentica sonrisa de chulería en cuanto entro al área de maternidad, algunas enfermeras me miran con recelo y en una que otra puedo notar envidia pero no las culpo— Klara —me acerco a la enfermera coqueta que está en el stock buscando algunos medicamentos.

—Hola Aisha— dice un de prisa sin mirarme.

— ¿Sabes si el Doctor Thompson llego? —pregunto yendo directo al grano, Klara me mira a los ojos y no puedo descifrar esa mirada.

—Sí, está en la parte quirúrgica, tiene programada varias cesáreas para hoy me encargo que te dijera que en cuanto llegues te vistas estéril y vayas con el— dice y ahora si puedo notar lo pesada que sale su voz ¿Y a esta qué coño le pasa?

—Claro querida— digo pasando por alto su actitud —Lo que el Doctor ordene —le regalo una hermosa y dulce sonrisa antes de tomar un paquete con ropa estéril desechable y marcharme.

Dejo a la coqueta atrás y camino al pequeño vestidor a cambiarme, cosa que hago en cuestión de segundos y entonces me dirijo hasta el área donde se practican las cesáreas, abro la puerta silenciosamente al parecer ya casi empiezan.

Veo a Dominik que está hablando con la mujer con el gran bulto en la camilla.

—Doctor tengo mucho miedo —dice la mujer y al escuchar su voz supongo que es muy joven.

—No tengas miedo, todo estará bien— dice el con un tono de voz tranquilizador que nunca le había escuchado.

—Son dos bebes Doctor no sé si sea capaz— vuelve a decir la chica y me acerco para verla mejor y al moverme ambos me notan, la mirada de Dominik se encuentra con la mía y siento que me derrito ¡Joder! Al ver a la chica de cerca pienso que no debe tener más de veinte años.

—No te preocupes para eso estoy yo, todo saldrá bien. —Dice mientras se aleja y camina hasta mi —Has llegado un poco tarde —se dirige a mí en tono formal.

—Yo...Lo sien-to—digo tartamudeando frente a un hombre por primera vez en mi vida- Me estaba cambiando—No sé por qué me excuso, solo han sido dos minutos.

—Vas hacer mi ayudante —dice el muy idiota pero sexy Doctor.

Permanezco en silencio porque no sé qué decir, este hombre me enmudece sin razón aparente y eso no es propio de mí.

El Intercambio IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora