Sexo con amor

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Abrí la puerta del departamento y me topé con Julieta, quien de inmediato se rió al verme con el delantal puesto, yo la miré serio y cambió su expresión, me dio un beso en la mejilla y entró.

– Que rico huele, ¿qué preparas? – preguntó mientras cerraba la puerta.

– Ravioles, entre otras cosas – dije serio.

– ¿Para qué quieres tantas rosas? – Inquirió al mirar los cinco enormes ramos que estaban sobre la mesa – ah ya sé, ____, ¿aún no te perdona?

– Si no te hubieras desaparecido tanto tiempo ya sabrías esa respuesta – respondí caminando a la cocina.

– Uuuy, discúlpame por tener una vida, que humorcito, todavía te tiene a dieta, ¿verdad?

– ¿Hasta cuándo pensabas decirme que con quien tú estás saliendo es Brandon? – pregunté ignorando su comentario.

– ¿Cómo sabes eso? – exclamó extrañada.

– Porque hace varios días los vimos en el cine, pero estaban tan acaramelados que ni cuenta se dieron de que ____ y yo estábamos ahí.

– Esto era lo que quería evitar, tus reclamos, quería que estuvieras listo para comprender la situación.

– ¿Comprender?, ¿de casualidad sabes que engañaba a _____ con una de sus supuestas mejores amigas?

– Sí lo sé, él mismo me lo contó, pero eso no tiene nada que ver conmigo, su relación con _____ ya había caído en la monotonía, tan es así que ella también tenía otra persona, ¿no es así?

– No es lo mismo Julieta, yo no era su mejor amigo, ni el engaño fue tan prologando y si las cosas se dieron conmigo y _____ fue por el descuido de él.

– Pero eras su cliente y te fingiste su amigo sólo para bajarle a la novia, ¿por qué tú a ella sí la justificas?, ¿ella no lo descuido también?, sabes muy bien que una relación es de dos, no toda la responsabilidad fue de él.

– Puede ser, pero él fue quien empezó con la infidelidad.

– ¿Y por qué tú sí puedes pasar por alto que ______ haya sido infiel y yo no puedo hacer lo mismo con él?

– Ya te dije que fueron otras las circunstancias.

– ¿Cuáles otras Kendall?, estaban dentro de la misma relación y tuvieron los mismos motivos para hacerlo, la única diferencia fue la forma en que se dieron las infidelidades y por favor, no me hagas decirte algo de lo que después me arrepienta.

 – Vaya que te tiene loquita, lo defiendes más que a tu hermano.

– ¿Y tú no estás loco por _____?, no seas injusto Kendall, yo tengo el mismo derecho que tú de salir con quien me sienta a gusto y me haga reír y me complemente, no podemos juzgar a las personas por su pasado, todos nos quedaríamos solos al final, como dicen, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

– Está bien, haz lo que quieras con tu vida.

– Sólo te voy a decir una cosa Kendall, todos tenemos derecho a equivocarnos, de los errores es de donde se aprende, así que todos merecemos una segunda oportunidad, ojala lo entiendas, luego nos vemos.

Julieta salió de la cocina y me quedé pensando en sus palabras, tenía razón, pero me preocupaba el hecho de que la hicieran sufrir una vez más, su vida amorosa no había sido la más óptima y deseaba que al fin encontrara a alguien que la valorara y la hiciera feliz, como se lo merecía, sólo esperaba que otra vez no se equivocara.

Ardiente Tentación #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora