Just Once

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Me gustaba el Verano y su amanecer.

Esa es la razón por la cual me encontraba sobre la terraza del club con camara en mano esperando que el sol apareciera ante mí.

Tímido, de a poco, se asomaba como si pidiera permiso. Perfecto ante mis ojos, saludándome con su esplendor, dispuesto a dejarse fotografiar cuando una mano se interpuso en mi lente y yo solo pude abrumarme por la confusa interrupción. Mire hacia mi izquierda para encontrarme con un par de ojos que me miraban con intensidad. Intercambiamos algunas palabras que no recuerdo, hasta ser interrumpidos por una preocupada voz que lo llamaba desde atrás mio. Se fue sin despedirse. Observe como bajo corriendo hacia los cuerpos danzantes que se encontraban dos pisos más abajo e inmediatamente supe que estaba pasando. No tengo idea de cual fue la razón que me llevo a correr desesperadamente hacia él, y cuando lo encontré,  ya fuera del club, era demasiado tarde. Estaba rodeado por un grupo de hombres y aunque intente defenderlo fue en vano, porque todo se volvio nubloso y lo último que pude escuchar y ver, fue el escalofriante sonido de un disparo y a él cayendo en el frio asfalto. Llore como nunca antes lo habia hecho. Luego de ser rodeada por sus aparentes amigos, entre gritos y llantos, desaparecí del lugar y de la vida de los demás. Pasaron solo unos pocos días hasta que la policía apareció en la puerta de mi casa. Dijeron que habian encontrado un video en donde la unica persona reconocible era yo, y que se podia verme junto a él en el momento de su muerte. Me interrogaron, pero con la angustia palpitando en mi, no podia delatarlos. Sabia que si lo hacia, mi muerte también estaba asegurada.

Los siguientes dias no pude salir de casa, la policia habia rodeado la cuadra e intervenido mi telefono y redes sociales. Ellos sabian que yo conocía a quienes eran los que habian arrebatado la vida de él, y no me iban a dejar libre hasta que lo confesara. Para poder escabullirme tuve que disfrazarme de una de mis mejores amigas. Necesitaba enfrentarlos. En la puerta de La Residencia, me recibio el que aparentaba ser su Lider. Era un hombre alto, de mirada de acero y mediana edad. Lo único que conseguí antes de que cerrara la puerta en mi nariz, fue al parecer un Estilo de Diario Personal de color azul. 

Luego de alejarme unas cuadras de La Residencia, abrí el Diario que me habian entregado. Cuand lo hice no podia comprender el motivo por el cual estaba repleto de fotografias mias. 

Inconcientemente me dirigi hacia el Barrio en el cual vivia él, y alli conocí a Cody, su mejor amigo. Me explico que el chico al que habia conocido se llamaba Matt y que un 2 de Enero habia intentado sacarme a bailar en una noche de fiesa pero le habian ganado la jugada. Según Cody, quedo impactado desde el momento que me vio y paso los siguientes días hablando sobre mí. Antes de que termine esa semana, me volvio a encontrar en la playa, asi que tomo su camara y me fotografio. Fue por eso que puedo conseguir algunos de mis datos personales, y saber en donde me encontraba para poder fotografiarme para su album. La situación me fascino y aterrrorizo al mismo tiempo. No comprendia porque nunca se habia acercado a mi. Y asi fue como Cody fue honesto conmigo: él sabia que iba a morir. El dia anterior en el cual me vio por segunda vez habia discutido con la Mafia de La Residencia y le habian jurado la muerte, se sabia perfectamente que cumplian con sus promesas. Sabia que pronto llegaria su fin y no tenia sentido intentarlo. ¿Para que invitarme a salir? ¿Para que prometer cosas que no se iban a poder cumplir? Fue por eso que me capturo en todos mis instantes. Fue la única manera en que pudo admirarme.

Llore mientras Cody contuvo sus lagrimas. Me tendio un pañuelo para que me refrescara, un papel con su número telefonico y por último una pulsera similar a la que conservabaen su muñeca derecha. Con una leve sonrisa, me dijo que era la pulsera de Matt, y que queria que yo la conservara. Asi que lo hice, la coloque sobre mi muñeca izquierda y sali del lugar. 

Logre volver a casa sin que los policias se percaten de mi ausencia. Al cruzar la puerta, comenze a llorar. Mis amigas dedujieron que era por él. Les cedi el diario y al abrirlo quedaron tan asombradas como cuando yo lo vi. Les conte todo y ellas no podian creer en la situación en la cual nos habiamos metido: de unos tranquilos dias de Verano hacia una pesadilla. Porque si a mi me dolia, a ellas también. Luego de un rato de angustia, una de mis amigas se percato de la existencia de una carta en el final del Diario. Era una carta de él dirigida hacia mi. En ella, explicaba las razones de su Diario y del impacto de mi presencia en sui vida. Luego de leerla y reelerla supe de inmediato lo que debia hacer. Asi que tome algunas de mis pertenencias y me dirigi hacia el Barrio de donde habia regresado y fue alli donde me mude. Cody compartia habitación con Matt, y fue ahi donde decidi estar. Le pedi permiso para poder dormir en la cama de Matt y me lo concedio. Los dias pasaban lentos,  y entre llantos y risas nos hicimos con Cody cada vez más cercanos. Me encargue de averiguar cada detalle sobre su difunto amigo. Sus primeras veces, sus desagrados, sus triunfos y fracasos. Senti como si realmente hubiera conocido al amor de mi vida en persona, como si realmente hubiera compartido momentos con él.

Una tarde, mientras observabamos el atardecer en la colina, le pregunte si Matt creia en el amor, como era usual, Cody fue honesto conmigo: él creia en el amor y en el destino. Decia, que todos estabamos conectados a traves de un hilo rojo con otra persona, que estabamos destinados a pasar nuestra vida con alguien. Él era conocido por ser un mujeriego nato, nunca se habia enamorado pero creía que encontraria el verdadero amor ya de adulto. 

Mantuvimos charlas como aquellas las restantes semanas, especialmente en las madrugadas hasta dormirnos abrazados cuando llegaba el amanecer.

Un día, encontre a Cody llorando en la habitación, me acerque hacia él y pude observar la fotografia que sostenia en su mano, sonrientes y abrazados se los veia a ese par de amigos que se conocian desde pequeños. Quite lentamente la fotografia de su mano para depositarla sobre la mesita de luz y lo abraze asegurandole que todo estaria bien. Cuando finalmente me miro a los ojos, intento besarme. Desconcertada, sali de la habitación y de su vida por dias. No queria saber sobre su presencia. Logro acercarse a mi unas semanas más tarde cuando convencio a una de mis amigas para que me citara en el parque, sumamente angustiado me pidio perdon y me cedio una carta, dejandome sola y sin poder decir nada. En el silencio del atardecer la lei hasta el cansancio una y otra vez.

En aquella carta Cody me explicaba que su amigo creia que yo era el hilo rojo de ambos, y cuando hablo de ambos, me refiero a Matt y a él. Debido a que sabia de su pronta muerte, debia dejar todo planificado para que ese hilo no se corte y se fortalezca. Fue por eso que nos escribio a ambos, y fue por eso también que me fotografio y hablo sobre mi hasta sus últimos dias a su fiel amigo de toda la vida. En cuestión de instantes, volvi hacia el Barrio en busqueda de Cody y lo encontre en la vieja casa del arbol que habia construido con su amigo años atras. Cuando se percato de mi presencia, sonrio timido y volvio a pedirme perdón. Me acerque lentamente hacia él y lo abraze con las pocas fuerzas que conservaba en mi. Prometimos no alejarnos el uno del otro, y aunque toda esta teoria sonara  como una locura, no la dejariamos olvidar.

A la mañana siguiente, al despertarnos, decidimos tatuarnos el hilo rojo en el caracteristico dedo meñique. Luego de eso, nos dirigimos al cementerio y en silecio pasamos lo que quedaba de la tarde sobre la tumba de la persona que amabamos. 

Ya en el anochecer de vuelta hacia casa, caminando tomados de la mano por el vacio campo que nos acortaba el camino hacia el Barrio, paso una estrella fugaz. Entusismados, cerramos los ojos y pedimos un deseo, para mi sorpresa, cuando los abri, Cody estaba observandome sentado desde el suelo, y sonriendo, comenzo a llorar, pero supe al instante que no era de angustia, si no de felicidad. Me sente a su lado, tome su mano y le pregunte con voz pausada que era lo que pasaba, y su respuesta fue tan plenamente bella que no pude resistirme a besarlo. Lo bese intensamente bajo las estrellas, lo hice de tal manera que caí sobre él. Nos sentimos tan completos que nos quedamos por un largo tiempo entrelazados en la fresca brisa de  verano.

Matt no era cobarde, él único miedo que habia sentido alguna vez era la idea de dejar dolor sobre los demás. Es por eso que debia asegurarse de que alguien ocuparia su lugar para su amigo, su hermano del alma. Y supo de inmediato, de que esa persona era yo. Porque desde que tenian uso de conciencia, habian compartido todas sus pasiones,  y era evidente que eso iba a incluir también a una mujer.

Debia asegurarse de alguna manera mantenerse vivo entre su amigo y la mujer que amaba, y se dio cuenta, de que la única manera de que su llama se mantuviera viva, era si dejaba que el fuego se encendiera entre nosotros.


Just OnceWhere stories live. Discover now