Aria

La Aventura comienza.

Tuve un sueño extraño, es como si cayera de un puente, y mi cuerpo azotara contra el asfalto.

Parece que dormí de nuevo en el suelo. En estos tiempos de calor me da por recostarme en el suelo y dormir, sin embargo trato de levantarme pero es como si un calambre bruscamente recorriera mi cuerpo, estoy despierta pero todo sigue oscuro, mis ojos no responden a mis demandas. ¿Qué me pasa? ¿No abre caído de aquel puente en verdad o sí?

Logro entre abrir uno de mis ojos luego un poco de esfuerzo, y logro ver mi enorme peluche con grandes coletas color azul que siempre tengo sentado en una esquina del cuarto. Bueno al menos sé que no caí del puente. Pero me siento rara, apenas logre abrir uno de mis ojos y ahora trato de hablar pero no puedo, mover mis labios me cuesta mucho trabajo. ¿Qué está pasando aquí? Intentare voltear mi cuerpo.

Trato de girar los brazos, la cintura y las piernas, nada funciona. Me quedare así un rato, tal vez no haya despertado aun del todo, o sigo soñando.

Al poco tiempo siento que recupero la sensibilidad en mi cuerpo, sin embargo aún siento que no reacciona del todo bien, logro sentir mi nuca empapada ¿habré tirado el agua? Mi blusa también esta empapada por la parte de la espalda, bien ahora si girare mi cuerpo, a pesar de no ver nada, conozco mi cuarto como la palma de mi mano, sé que nada me estorbara para girarme hacia la derecha.

Uno, dos y vamos. Al parecer logre dar una vuelta completa colocándome boca abajo, con mi ojo entre abierto y recuperando poco a poco los sentidos logro ver un charco, y los rayos del sol que habían comenzado a atravesar la cortina chocando con el charco, con la vista un borrosa logro ver que el charco es rojo ¿eso es sangre?

Mi vista borrosa y mi cuerpo adormecido comenzaron a transformarse en un verdadero infierno, a medida que mi cuerpo recuperaba la sensibilidad, comenzaba un dolor absurdo, vagamente escuchó ruidos de todas partes provenientes de mi puerta, de la ventana.

Auch! Un dolor incesante comenzó a recorrer mi cabeza.

Intento levantarme colocando las manos sobre el suelo, toco el charco al cual miro muy de cerca pues mi nariz y barbilla tocan el suelo, intento levantarme ocupando la fuerza necesaria. Lo logre!

Con el torso apoyado sobre mis brazos logro difícilmente visualizar el tamaño del charco, sé que es grande pues casi todo mi cuerpo esta mojado, sigo escuchando distorsiones de ruido, es como si estuviera sorda, no logro esclarecer ningún sonido, solo sé que están allí.

Al poner atención a aquellos sonidos logro escuchar lo que parece ser sirenas de policía, y además fuertes golpes en mi puerta. Rayos! Me siento cansada de nuevo, jamás volveré a dormir en el suelo.

Entre todo el ruido distorsionado que invadía mi habitación, logro escuchar a alguien desesperada mente gritando tras los golpes sobre mi puerta

-A...ri...a!

-Ari...a!

Mi mente se nubla poco a poco, en verdad me siento débil. Mis brazos ya no logran sostenerme y caigo hacia la izquierda quedando boca arriba. Comenzando a perder el sentido otra vez.

Entre todo el ruido logro escuchar un gran estruendo que provenía de la puerta, y a su vez como si fuera una sombra blanca distingo la figura de una persona, que se aproxima rápidamente hacia mí. Que figura tan amable tiene.

-Aria!!

Mi mente se pierde, ya no puedo. Aquella persona me levanta por el torso jalándome de los brazos y me coloca en sus brazos, siento que me abraza fuertemente ¿Quién será? No distingo bien lo que dice ni lo que hace, tampoco escucho ya aquellas sirenas.