- ¡Hey chicos! -dice mi hermano.
- ¿Habéis visto esta casa? Es enorme. -dice Arturo.
- Como os volváis a ir voy a meteros un par de ostias a cada uno. -dice Angela enfadada.
- Vamos cariño...
- Arturo ¿es que no te das cuenta que no sabemos donde estamos?
- Vale es verdad. Lo sentimos.
- ¿Y qué hacemos ahora? -pregunta Josh.
- Pues marcharnos. -dice Carlo.
- ¿Ahora? Si justo acabamos de llegar.
- Josh esto no es una fiesta.
- ¿Tenéis que pelearos siempre? -pregunta Angela.
Realmente se notaba que estaba cabreada.
- No en serio, tenéis que ver algo. -dice mi hermano.
- Charlie...
- No no en serio hermanita, os encantará.
- Vale vamos y después nos vamos a casa ya. -dice Angela.
- ¡Hecho! -responden Arturo y Charlie a la vez.
Los dos se pusieron delante de todos y empezamos a seguirlos. Andamos bastante hasta que nos hicieron entrar en una habitación oscura.
- ¿Qué es esto la habitación del pánico? -dice Angela.
- No te lo tomes así venga. -le dice su nóvio.
- ¿De dónde viene la luz? -pregunta Josh.
- De detrás de la puerta. -le contesta Charlie.
- ¿La habéis abierto? -les pregunto.
- Lo hemos intentado. -me responde Arturo.
- ¿Qué? -dice Josh pidiendo una explicación.
- No se abre. -explica Arturo.
- ¿No hay ninguna llave? -pregunto interesada.
- Jenny fíjate, no hay cerradura. -me contesta mi hermano.
- Pues si no se puede abrir y está cerrada es porque es como debe estar. -dice Angela.
- Que tontos aquí hay un abujero. -dice Josh metiendo el dedo en un abujero de la puerta de madera.
La puerta se abrió y una luz nos alumbró a todos junto con una fuerza que nos hizo retroceder. Cuando ya no había luz abrí los ojos. Estábamos todos allí, tirados en el suelo, pero estábamos bien todos nos movíamos.
- ¿Estáis todos bien? -pregunta Arturo.
- Si. -respondemos todos.
- No hay nada. -dice Josh acercándose a la puerta.
Fuí a su lado, tenía razón era como un trastero, absolutamente vacío y de luz nada, era todo oscuro.
Todos vinieron y nada de nada, era una habitación absolutamente normal (obviamente sin contar lo que había sucedido antes)
- ¡Aaaaaaay! -grita Angela soltándose de la mano de su novio.
- ¿Qué pasa cariño?
- Me has hecho daño.
- No he hecho nada.
- Que sí, estás quemando.
Charlie le cogió la mano a su amigo...
- ¡Diooos como quema!
- Pues yo no me noto nada.
- ¿Pero te encuentras bien? Puede que tengas fiebre.
- Mírale la cara está perfectamente, memo. -le contesto a Charlie.
- ¿En serio listilla? Cógele la mano.
Como me dijo mí hermano le cogí la mano.
- ¿Y? -pregunta Angela.
- Yo no siento nada.
- A ver déjame otra vez. -dice volviéndole a coger la mano.
Esta vez grito aún más y nos enseñó la mano, ¡tenía una quemadura!
- ¿Pero que coño pasa? -pregunta Arturo.
- ¿Jenny cómo puede ser que tu no lo notes? Dáme tu mano. -me dice Josh.
Le dí mi mano a Josh como si nada y rápidamente retiro su mano de la mía.
- ¿Qué pasa? -le pregunto preocupada.
- Estás helada.
- ¿Qué dices? -le pregunta mi hermano cogiéndome la mano.
- ¡Maaadre Jenny es verdad!
- ¡Pero si estoy normal! -digo empezándome a asustar.
- Por esto no notas lo caliente que está Arturo. -dice Angela en un murmuro.
- ¿Qué? Explícate. -le pide Charlie.
- A ver, Arturo está quemando y Jenny está helada, nosotros lo notamos porque estamos normales pero ellos no porque el frío de Jenny y el calor de Arturo se compensan el uno al otro.
- ¿Creéis que ha sido la luz? -pregunta Carlo.
- Pero si solo es una luz. -dice Arturo.
- No, Carlo lleva razón. Antes estabas normal y ahora quemas muchíssimo, no ha pasado nada más que esa maldita luz. -explica Angela.
- ¿Y que pensáis exactamente que nos ha hecho esta luz? -pregunto realmente asustada.
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Willow Street
FantasyUn grupo de amigos se verá adentrado en un nuevo mundo. Sus vidas cambiarán por completo y sus sentimientos se verán desborados en odio...amor...