Capítulo 3

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- ¡Hey chicos! -dice mi hermano.

- ¿Habéis visto esta casa? Es enorme. -dice Arturo.

- Como os volváis a ir voy a meteros un par de ostias a cada uno. -dice Angela enfadada.

- Vamos cariño...

- Arturo ¿es que no te das cuenta que no sabemos donde estamos?

- Vale es verdad. Lo sentimos.

- ¿Y qué hacemos ahora? -pregunta Josh.

- Pues marcharnos. -dice Carlo.

- ¿Ahora? Si justo acabamos de llegar.

- Josh esto no es una fiesta.

- ¿Tenéis que pelearos siempre? -pregunta Angela.

Realmente se notaba que estaba cabreada.

- No en serio, tenéis que ver algo. -dice mi hermano.

- Charlie...

- No no en serio hermanita, os encantará.

- Vale vamos y después nos vamos a casa ya. -dice Angela.

- ¡Hecho! -responden Arturo y Charlie a la vez.

Los dos se pusieron delante de todos y empezamos a seguirlos. Andamos bastante hasta que nos hicieron entrar en una habitación oscura.

- ¿Qué es esto la habitación del pánico? -dice Angela.

- No te lo tomes así venga. -le dice su nóvio.

- ¿De dónde viene la luz? -pregunta Josh.

- De detrás de la puerta. -le contesta Charlie.

- ¿La habéis abierto? -les pregunto.

- Lo hemos intentado. -me responde Arturo.

- ¿Qué? -dice Josh pidiendo una explicación.

- No se abre. -explica Arturo.

- ¿No hay ninguna llave? -pregunto interesada.

- Jenny fíjate, no hay cerradura. -me contesta mi hermano.

- Pues si no se puede abrir y está cerrada es porque es como debe estar. -dice Angela.

- Que tontos aquí hay un abujero. -dice Josh metiendo el dedo en un abujero de la puerta de madera.

La puerta se abrió y una luz nos alumbró a todos junto con una fuerza que nos hizo retroceder. Cuando ya no había luz abrí los ojos. Estábamos todos allí, tirados en el suelo, pero estábamos bien todos nos movíamos.

- ¿Estáis todos bien? -pregunta Arturo.

- Si. -respondemos todos.

- No hay nada. -dice Josh acercándose a la puerta.

Fuí a su lado, tenía razón era como un trastero, absolutamente vacío y de luz nada, era todo oscuro.

Todos vinieron y nada de nada, era una habitación absolutamente normal (obviamente sin contar lo que había sucedido antes)

- ¡Aaaaaaay! -grita Angela soltándose de la mano de su novio.

- ¿Qué pasa cariño?

- Me has hecho daño.

- No he hecho nada.

- Que sí, estás quemando.

Charlie le cogió la mano a su amigo...

- ¡Diooos como quema!

- Pues yo no me noto nada.

- ¿Pero te encuentras bien? Puede que tengas fiebre.

- Mírale la cara está perfectamente, memo. -le contesto a Charlie.

- ¿En serio listilla? Cógele la mano.

Como me dijo mí hermano le cogí la mano.

- ¿Y? -pregunta Angela.

- Yo no siento nada.

- A ver déjame otra vez. -dice volviéndole a coger la mano.

Esta vez grito aún más y nos enseñó la mano, ¡tenía una quemadura!

- ¿Pero que coño pasa? -pregunta Arturo.

- ¿Jenny cómo puede ser que tu no lo notes? Dáme tu mano. -me dice Josh.

Le dí mi mano a Josh como si nada y rápidamente retiro su mano de la mía.

- ¿Qué pasa? -le pregunto preocupada.

- Estás helada.

- ¿Qué dices? -le pregunta mi hermano cogiéndome la mano.

- ¡Maaadre Jenny es verdad!

- ¡Pero si estoy normal! -digo empezándome a asustar.

- Por esto no notas lo caliente que está Arturo. -dice Angela en un murmuro.

- ¿Qué? Explícate. -le pide Charlie.

- A ver, Arturo está quemando y Jenny está helada, nosotros lo notamos porque estamos normales pero ellos no porque el frío de Jenny y el calor de Arturo se compensan el uno al otro.

- ¿Creéis que ha sido la luz? -pregunta Carlo.

- Pero si solo es una luz. -dice Arturo.

- No, Carlo lleva razón. Antes estabas normal y ahora quemas muchíssimo, no ha pasado nada más que esa maldita luz. -explica Angela.

- ¿Y que pensáis exactamente que nos ha hecho esta luz? -pregunto realmente asustada.

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2014 ⏰

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