Placer y Dinero [Furry - Yaoi ]

Introduccion

     Lentamente comencé a recuperar mi conciencia solo para encontrarme en una de las peores situaciones que podría imaginarme, no podía mover tanto mis piernas como mis brazos, cada intento era inútil. No hace falta mencionar que estoy vendado, lo único que veo es la fría oscuridad. Podía sentir una cuerda sosteniéndome a la silla en la cual estaba sentado.
¿Que ocurrió? ¿Donde estoy? No puedo recordar con mucha exactitud el por que estoy en esta situación, al menos tengo memoria de quien soy. Una hiena con manchas, joven... parece que tengo puesta una sudadera y unos pantalones deportivos, no estoy seguro. Mi último recuerdo es que estaba caminado por las calles detrás de una persona, recuerdo acercarme para conversar con él pero más allá de eso mi mente está en blanco. Intento moverme aún más, pero solo logro lastimar mis brazos. Lo único que me queda es esperar, si estoy atado y vendado, es por alguna razón.

     Después de lo que fueron horas para mi mente, escuché el sonido de una puerta metálica deslizándose. Al perecer el lugar está en malas condiciones, lo sé por el desgarrador chillido que escuché provenir de dicha puerta.
Escuchaba pasos, y eran más de una sola persona, eran varios. Caminaban con calma hacia mi, sin decir ni una sola palabra hasta que se detuvieron.

— ¿Seguro que es ese? Parece solo un niño a pesar de ser tan atractivo... — Dijo una voz, con tan solo escucharlo puedo decir que es un hombre joven. Su tono es un tanto extraño, intenta sonar seductor pero solo causa que me den escalofríos.
— ¿Acaso está marca miente? ¡Se le nota en la cara, es un desgraciado! — Comentó una segunda voz, está sonaba un tanto más gruesa y seria que la anterior. A este punto me estaba muriendo de la ansiedad, podía sentir nudos en mi garganta que me prohibían hablar, mi cuerpo sudaba a más no poder.
— No puedo verle la cara. — respondió esa primera voz — Al menos no hasta que...
Mi corazón latía a mil kilómetros por hora, escuché pasos nuevamente que ahora estaban muy, muy cerca mío. Di un pequeño salto cuando sentí una mano apoyarse en mi pierna derecha, ese intento de hombre seductor se estaba acercando a mi cara, no hacía falta verlo para saber que está sonriendo. El silencio era doloroso, pronto comencé a temblar del miedo.

— Veamos... — Susurró.
— Cuidado con eso, señ-
Y sin previo aviso, un objeto afilado estaba haciendo presión contra mi rostro, rápidamente moviéndose para la dirección contraria. Todo fue muy rápido, de un segundo para el otro ya no tenía la venda, mis ojos tardaron en acostumbrarse a la repentina iluminación.
La primera y única cosa que podía ver estaba en frente mío, no era nada más ni nada menos que un rostro. El rostro de un joven panterino que me sonreía ampliamente, sus dientes eran afilados y sus ojos tenían un tono cálido que me traía cierta calma por dentro. Nos miramos por unos segundos hasta que por fin rompió el silencio.
— ¿Que? Tienes cara de enamorado — Dijo mi nuevo "amigo" que todavía invadía mi espacio personal. Tan pronto esas palabras salieron de su boca, mis ojos se centraron en algo más.
Inspeccione su atuendo, el cual parecía concordar muy bien con su actitud. No estaba usando casi nada, solo un suéter negro y unos calzones ajustados que impedían ver más allá de lo deseado. Me llamo mucho la atención que a pesar de usar poca ropa, tenía cientos de accesorios puestos. Cadenas, anillos, incluso brazaletes. ¿Por que tan exótico? ¿Que clase de cámara de tortura es esta?
— Parece seguir tonto después de esa paliza, ¿seguro que quieres hablar con él? No creo que valga la pena — Y una vez más volví a escuchar esa segunda voz, lastimosamente no podía saber de donde provenía ni quien hablaba. Sin importar cuanto me esfuerce, lo único que mis ojos veían era esa lindo rostro que me miraba con cariño.
— Déjanos a solas un segundo, ¿quieres?
— ... Como usted deseé — Respondió el hombre, logre escuchar como sus pasos se alejaban y una vez más cerraban la puerta de metal. Era obvio que habían más de dos personas en la habitación, ¿pero por que ninguno se dignó en hablar? ¿Acaso no tenían nada que decir sobre mi situación? Esto apesta.

     No tardaron mucho en marcharse, de un momento para otro ya estaba a solas con este felino. Su mirada me penetraba el alma, es el mismo tipo de mirada que te da un superior cuando sabe que hiciste algo mal. Tenía ganas de cerrar los ojos y desear que todo fuera una pesadilla.
— ¿Me escuchas, lindura?
— Si... — Al menos pude responderle.
— ¡Bien! — El panterino se sentó en mis piernas sin siquiera pensarlo dos veces, sus brazos se envolvieron alrededor de mi cuello para intentar acercarse a mi. Si fuera una situación diferente, con una persona diferente, y sin ningún cuchillo en su mano, esto podría llegar a ser encantador. Pero ese no es el caso.
Mi cuerpo tiembla, no puedo hacer nada. Solo me queda escuchar sus palabras. — Me llamo Samir, y tú, amor mío... — su rostro se acercó al mío, provocando que nuestras narices se toquen — Estas en muchos problemas.~

    Una pequeña risa salió de su boca, podía sentir el filo de su navaja apoyarse lentamente contra mi hombro izquierdo. Ahora tengo miles de razones para temer por mi vida, pero me mantengo lo más calmado posible, tal vez pueda convencerlo de dejarme ir. Vale la pena intentarlo.
— Yo... mire no
— Cierra la boca, hueles mal — interrumpió el felino, ahora dándome pequeños mordiscos en uno de mis cachetes. No estoy seguro si quiere matarme o simplemente jugar conmigo.
— ¿Que...?
— Escucha, estás aquí por intentar asaltar a uno de mis compañeros. Admiro tu valor, ¡nadie es tan estupido como para atacar a uno de los míos! — Claro, ¿por que otra razón estaría aquí? Me metí con la gente equivocada, no tengo salida. Lo arruine todo otra vez.
— Disculpe, no sabía que-
— Es muy tarde para eso. — Samir sacudió su cabeza, ¿me dejara hablar por una vez en su vida? No hay manera de conversar con este loco. — Como ves, tengo otros planes para ti.
— ¿Que tipo de planes?
— Eso ya lo veremos...

     De verdad que esto apesta. Lo único que logre fue meter aún más la pata, ahora tendré que rezar para que este tipo no me venda como un esclavo ni nada por el estilo. Samir se levanto de su "asiento" solo para caminar hacia la puerta.
— ¿Hablamos luego, amor? Tengo un par de asuntos pendientes, ¡vuelvo por ti tan pronto pueda! — y sin decir nada más, el panterino se voltio para soplarme un beso y guiñarme el ojo. Genial, me dejarán aquí solo por otra buena hora. Al menos tendré tiempo de pensar en cómo salir de esta situación.

     Samir abrió la puerta mientras otra de sus molestas risas se escuchaba resonar por la habitación, esta vez apagando la luz para dejarme a oscuras. Lo que sucedió fue tan repentino y confuso, no puedo creer que estoy metido en esto...
——‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬‪—‬
Fin de la introducción.
Gracias por leer este intento / borrador de lo que puede llegar a ser una historia. Es posible que todo avance muy rápido y que tenga bastantes fallos, es la primera vez en mucho tiempo que escribo algo.
Eso es todo por ahora. Un saludo ♡