Me levanté a las 4:03 de la madrugada y ya no pude dormir más, así que fui a sentarme en el porche. Para variar, mi madre aún no había llegado, pero le dejé la cena preparada por si venía.
Me senté en el primer escalón y me encendí un cigarro. De repente, vi a un chico bastante alto, aunque cualquiera que se ponga a mi lado es alto, llevaba una capucha puesta con un gorro, gafas de sol, y ropa de deporte bastante rara, por así decirlo. Se me quedó mirando fijamente, pero no pude ver bien su expresión ya que llevaba todo eso en la cabeza.
Me levanté, y aunque estaba muerta de miedo, me crucé de brazos y dije:
-¿Qué quieres?-
No obtuve respuesta, pero pude fijarme en más detalles, la ropa de deporte era de aquel instituto en el que heché la beca y del gorro se le escapaban algunos mechones de pelo negro y rizado.
-¿Me vas ha hablar o te vas a quedar ahí mirando?- Seguí sin obtener respuesta alguna.
De repente un hombre con una cámara, que parecía ser periodista, daba señales a otros hombres como él para que grabasen a aquel misterioso chico, de repente él vino corriendo hacia mi y agarrándome del brazo entramos en la casa.
Lía-¡¿EH PERO TÚ DE QUÉ COJONES VAS?!- No me respondía, pero si que bajaba todas las persianas de la casa, cuándo terminó, empezó a quitarse todo lo que llevaba.
Tenía una melena negra y rizada, ojos penetrantes y marrones muy oscuros, pecas que apenas se apreciaban y labios muy rosados.
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Mientras se quitaba la capucha que llevaba se me quedó mirando fijamente, hasta que noté que me estaba sonrojando y miré hacia otra dirección.
Lía- Te he dicho que qué estás haciendo...-
Desconocido- ¿No me conoces?- Dijo en tono de asombro y alivio.
Lía-¿Debería?- Dije arqueando una ceja.
Desconocido- Puede... Lo siento, vaya modales los míos...- Dijo terminando de quitarse la capucha.
Lía- Aj, modales... ¿Quién utiliza ese lenguaje ya? Espera... Ese escudo del chándal...-Dije frunciendo el ceño a la vez que él se tapaba el escudo- ¡ERES DE ESE INSTITUTO! Ya sé de dónde viene lo de modales... Anda, toma asiento, ¿quieres agua?-
Desconocido- Si, supongo- Lo dijo de una manera muy extraña, como si estuviera avergonzado...
Le di el vaso y se lo bebió de un tirón.
Desconocido- Mi nombre es Finn, Finn Wolfhard...-Dijo acompañado de un gesto de afirmación, como si fuese extraño que no lo conociese.
Lía- No esperes que te diga el mío, así que puedes dejar de poner esa cara tan rara...-
Finn-¿Eres así siempre?-
Lía-¿Así como?-
Finn- No se, estás como enfadada...-
Lía- Finn... ¡¿TÚ NO LO ESTARÍAS SÍ UNA CHICA IRRUMPIERA EN LA PUTA PUERTA DE TU CASA?!-
Narra Finn:
Era increíble, cualquier chica me habría tomado 20 fotos y 45 vídeos, pero esta... ¡Ni siquiera me conoce! Además por su forma de hablar se nota que vive aquí, en este barrio... Es muy guapa, la verdad... Me quedé asombrado y probablemente por eso no le contesté.
Finn- Lo se, lo sé y lo siento ¿vale? No hace falta que seas así-
Lía- Vale, vale... Tienes razón, te lo diré de otra manera... ¡VETE DE MI CASA AHORA MISMO!-
Yo me empecé a reír de una manera descontrolada. Una chica tan guapa, sonrojada y gritándome, además era muy graciosa porque me llegaba a la altura justa del pecho, por lo que era muy bajita.
Empezó a empujarme en dirección a la puerta para que me fuese mientras yo me reía hasta que alguien llamó a la puerta.
Narra Lía:
Lía- Mierda es mi madre...-
Finn- Me iré por la puerta de atrás-
Lía - No todos tenemos puerta de atrás en nuestras casas de lujo...-
Finn- Vale, vale no vayamos a empezar ya otra vez por favor, me esconderé en la despensa y ya está-
Yo asentí aún enfadada y habrí la puerta.
Lía - Hola mamá, pasa...-
April- Hola...- Dijo con cara de borracha. No le gusta hablar mucho después de su turno de noche, pues siempre suele venir ebria... Y sabe que que eso lo odio.
Le ayudé a desvestirse y la tumbé en el sofá.
April- Oye cariño...-Dijo frunciendo el ceño- ¿Te han dado la beca?-
No sabía que decirle, no quería decirle que aún no me habían dicho nada...
Lía- Me la han dado mamá...-
Ella se levantó de un salto y me abrazó como hacía ya tiempo que no lo hacía.
Luego se quedó dormida y me senté a mirar por la ventana a la gente pasar...
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Me encendí un cigarrillo y escuché unos golpes que venían de la puerta de la despensa, de esta salió Finn, el cual se sentó al lado mía. Me quitó el cigarrillo de la boca y lo apagó restregándolo por el el suelo.
Lía- ¡¿EH PERO A TI QUE TE PASA?!- Dije incorporandome hasta quedar muy cerca suya.
Finn- No voy a dejar que fumes en mi presencia-
Lía- Pues esa es otra de las 1000 razones por las que no quedaremos más- Dije en tono burlón.
Finn - Estoy en serio, no te voy a dejar tomar ningún cigarrillo más, y si para eso tengo que estar contigo las 24 horas del día, las estaré-
Me quedé mirándolo fijamente, nunca antes alguien me había dicho nada como eso, siempre me decían cosas como: 'No fumes que es malo', pero él parecía estar seguro de sí mismo...
Lía- Creo que deberías de irte ya...-
Finn- Si...-
Le ayudé a ponerse toda la ropa y antes de irse, me quitó el paquete de tabaco que llevaba en mi bolsillo.
Lía-¿Pero cómo has...?- Dije asombrada.
Él me guiñó un ojo y acto seguido le cerré la puerta.
Me puse a mirar por la mirilla y se quedó detrás de la puerta unos 5 minutos y con una sonrisa se fue. Luego, me subí a mi habitación y me tumbé en la cama, mire instagram y ahí fue cuando descubrí que había pasado la tarde con un actor...
